Diabéticos en el Everest

Gestión remota de pacientes diabéticos en el Everest

Llegar a la cima del monte Everest ha sido una de las hazañas más impresionantes que el ser humano ha llevado a cabo a lo largo de su historia. Cuando el espacio todavía era inalcanzable, lo más cercano a las estrellas eran las montañas más altas del mundo. A principios del siglo XX, el alpinismo como expresión de la capacidad de superación del hombre empezó a tomar forma. Muchos fueron los atrevidos (y, en muchos casos, inconscientes) que se lanzaron a la aventura de ascender las paredes nevadas de las sierras del globo.

El Everest representa la última meta de los alpinistas, la cima más alta del planeta. La primera ascensión culminada con éxito hay que buscarla en 1953. Más de 50 años más tarde, su perfil nevado sigue atrayendo a muchos aventureros y deportistas, que siguen arriesgando su vida a pesar de los avances.

Y, si para una persona entrenada es todo un reto, para aquellos que sufren una enfermedad crónica, una expedición al Everest marca un antes y un después. Pero ¿puede un enfermo crónico encarar un desafío como este? Sí, si pueden.

Diabéticos en el Everest

Un grupo de diabéticos, capitaneados por el alpinista Josu Feijoo, lo ha demostrado recientemente, convirtiéndose en el primer equipo integrado solo por pacientes con esta enfermedad en llevar a cabo una expedición al Everest. Han relatado su historia en el blog Diabéticos en el Everest.

Diabéticos en el Everest

Pero no lo hicieron solos, sino con la ayuda de una solución tecnológica desarrollada por Telefónica Digital, una muestra de cómo la e-health puede marcar una gran diferencia. Este es un servicio que se basa en la computación en la nube para ofrecer distintos canales de comunicación entre los médicos y los deportistas. A través de cualquier dispositivo móvil, los enfermos, en el Everest, están en contacto con sus especialistas, en sus centros de salud en España. Es como tener al médico en una tablet.

La expedición de Josu Feijoo, en concreto, iba provista precisamente de tablets con la aplicación de gestión de pacientes crónicos y un glucómetro, un pequeño instrumento que permite a los enfermos medir su nivel de glucosa por sí mismos sin necesidad de que un médico les asista. Un terminal satélite les proporcionaba acceso a Internet. Cualquier tipo de problema que surgiese durante la aventura pudo haber sido solucionado fácilmente. Los pacientes con diabetes tienen, cada vez, menos limitaciones para hacer cualquier cosa que se les ocurra.

Fue la primera vez en la que un grupo de diabéticos realizó tal hazaña con la tranquilidad (para ellos y para sus familias) de que el control, a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia de sus doctores, era total. El desarrollo de la e-health está garantizado con demostraciones como esta. La asistencia remota a los pacientes, la reducción de costes sanitarios o de transporte están garantizados… pero, además, sirve para demostrar que cualquiera puede superar sus limitaciones.

Imágenes | Diabéticos en el Everest.

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