Google después de Android y la web: en busca de la identidad

La presentación de Google lo deja claro: la compañía quiere edificar una identidad a toda costa, y no le importa hacerlo basándose en el modelo de otros.

A Google no le han ido nada mal las cosas en la última década. Pese a no llegar en primera posición a la era moderna del smartphone, pues ese puesto lo ocupó Apple, Google logró hacerse el jugador hegemónico en cuota de mercado, controlando una cantidad ingente de datos que a su vez aprovechaba para su principal negocio, el publicitario. Sin embargo, la compañía quiere llevar su negocio más allá, donde le ha costado fuera de los Chromebooks económicos y el Chromecast, el mercado del hardware.

En un evento especial la compañía mostró que al hablar de su ecosistema, ya no tenemos que pensar sólo en Maps, Gmail, YouTube, Play Music, Keep o el propio buscador. Ahora hay que pensar en Pixel, Chromecast, PixelBooks, los altavoces Home, los televisores con Android TV e incluso unos auriculares que ha presentado con traducción simultánea a 40 idiomas.

https://www.youtube.com/watch?v=VJaAF5T2tnI

Tras un intento fallido en smartphones con el Pixel, y tras adquirir una parte de HTC para seguir creciendo en el futuro, Google presentó los Pixel 2. La familia se compone de un smartphone mediocre en cuanto a diseño que sólo destaca por respetar los gustos de aquellos que quieren seguir utilizando teléfonos de menos de 5″, que es el tamaño elegido, dejando el puesto de relevancia al hermano mayor, el Google Pixel 2 XL. Se trata de un terminal mucho más refinado que la versión anterior, que abraza la tendencia de eliminar los marcos y que, ante todo, defiende una experiencia muy pura de Android, basada en el mundo computacional en el que no faltan el aprendizaje automático y el profundo.

https://www.youtube.com/watch?v=2_pE3f4lJio

Los Pixel 2 apuestan por una sola cámara, pero no se olvidan de las funciones que sus competidores tienen con dos. Obvimente no ofrecen «zoom» óptico, pero sí un efecto retrato que Google consigue con solamente con aprendizaje automático, a diferencia de Apple, Samsung, Huawei o Xiaomi, que lo logran gracias a la información recabada gracias a la doble lente. A falta de poder ofrecer mayor valor añadido, Google aplica en su hardware todo lo que ha aprendido en software, y no es poco. En ese sentido, Google Lens es la exclusiva de este año. Se trata de una función integrada en Assistant y en Fotos cuya función es reconocer en la realidad toda clase de objetos, datos, etc. La disponibilidad de los Pixel seguirá siendo limitada, y a España llegará a 959 euros. La buena noticia, eso sí, es que finalmente Assistant llegará en español.

También es Pixel la gama de ordenadores portátiles con Chrome OS, y tiene nuevo integrante en la familia, el Pixelbook. A quien probado esta nueva propuesta le ha convencido, porque por sus acabados y componentes se puede comparar con lo mejor del mercado en su gama. El problema para Google es que lo mejor de su gama integra macOS o Windows 10, sistemas de momento mucho mayor preparados para trabajo intensivo, que cuentan con pocas limitaciones, y que no pierden nada más que ligereza frente a Chrome OS, si acaso la no posibilidad en muchos casos de usar stylus. Y por ejemplo, para quien quiera un sistema liviano, Microsoft ha lanzado el por otra parte criticado Windows 10S.

El resto del evento tampoco defraudó. Tras uno año probando a imitar a los altavoces de Amazon con Google Home y Assistant, Google quiere lanzarse al gran mercado y al nicho de audio. Para lo primero ha lanzado un altavoz ingeligente de tamaño reducido, aunque lo más pequeño es su precio, 49 dólares. Con ello quieren competir contra Amazon Echo Dot, aunque de momento Alexa parece mucho mejor preparada. De manera más inesperada, y para competir con altavoces de mucha calidad como los Sonos o el Apple HomePod, Google ha lanzado Google Home Max, que, centrado en la escucha agradable, no deja de lado su núcleo, ser un altavoz de Assistant.

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Y por si aún no parecía que Google estaba recelosa de otras compañías, lanzó los Pixel Buds, que no son más que una manera de decir «en Android también podrás esquivar las limitaciones del Bluetooth, y mira, tenemos unos Airpods, pero olvidando lo que hace a los AirPods un producto tan deseado». Su integración con Assitant sí es más atractiva que la de los AirPods con Siri, pues, como hemos señalado antes, cuentan con traducción simultánea a 40 idiomas siempre que estén conectados al smartphone. En general, tienen buena pinta, pero resultan demasiado aparatosos.

En conclusión, tenemos a una Google a la que le va muy bien en lo que es su núcleo de actividad, pero que quiere mucho más. Le hemos visto comprar parte de una empresa como HTC, con la que ofrecer algo único en sus próximos smartphones a medio plazo, y ahora le hemos visto intentarlo artificialmente, equiparando su gama de productos a Samsung o Apple. Si funcionará o no, no lo sabemos, pero lo cierto es que con las apuestas económicas es como se hace marca. Chromecast fue quien inició esa senda, y el altavoz económico puede ser otro superventas en Estados Unidos. Más allá de todo eso, habrá que esperar para ver a Google ir por delante.

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