El liderazgo de España en la producción de grafeno

La popularidad le llegó al grafeno a partir del reconocimiento en forma de Premio Nobel de Física de 2010, para Andre Geim y Konstantin Novoselov, por el descubrimiento del material. Sin embargo, sus trabajos se habían publicado años antes, en octubre de 2004. En ese momento, y posteriormente cuando se dictó el prestigioso galardón que dio fama al nuevo material, compañías y centros de investigación han avanzado en el conocimiento y la fabricación.

En este escenario  España ocupa un lugar privilegiado, como productor y exportador de grafeno. Varias empresas nacionales han alcanzado un grado de especialización muy alto. Tanto es así que hacia finales de 2011, apenas un año después de la concesión del Premio Nobel, el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) señalaba que el país era el que más material exportaba de toda Europa.

En ese momento destacaban Graphenea y Avanzare, ambas pioneras en la industria, a las que siguieron Granph Nanotech y Graphenano. La primera de ellas, con sede en Guipúzcoa, ofrece diferentes tipos de productos hechos de grafeno, como dosis pequeñas, en forma de láminas, óxido de grafeno (grafito en cuyas capas de carbono se intercalan moléculas de oxígeno para separar láminas del material). Actualmente venden a destacadas compañías de renombre mundial, como Nokia, Philips, Canon o Nissan.

 

carbono-nanoformas

 

Si en estos momentos el precio del centímetro cuadrado de grafeno está entre los 10 y los 50 euros, el CEO de Graphenea, Jesús de la Fuente, cree que cuando la demanda crezca se podría llegar rebajar la cifra a 50 céntimos o más aún. Por su parte, Avanzare, originaria de La Rioja, se ha convertido en la primera productora a nivel mundial. Su filosofía consiste en vender a compradores que demandan grandes cantidades, no a laboratorios, cuyos pedidos habitualmente son modestos, pues sólo utilizan las muestras para investigar.

Diferente es la postura de Granph Nanotech, con su centro situado en Burgos, que proporciona el material a laboratorios y otras organizaciones que profundizan en la investigación. Pero también surten a compañías eléctricas, energéticas y especializadas en electrónica. Pertenece al Grupo Antolin y dispone de oficinas comerciales en Corea del Sur y Japón.

En busca del método de producción óptimo

La fabricación del grafeno no es sencilla, al menos su producción en masa. Ésta acarrea algunas dificultades que pasan por su elevado coste y por las deficiencias en la calidad del material. Se da la circunstancia que cuanto menos dinero se invierte en el proceso peores son los resultados. Esta proporcionalidad sin excepciones complica la obtención del grafeno.

Desde su descubrimiento muchos laboratorios, tanto privados como de financiación pública, han investigado sobre este material. Si al principio los trabajos se centraban en descifrar las propiedades del mismo, ahora cada vez más se están buscando nuevas formas de producción, que conviertan en realidad todas las maravillas prometidas por decenas de estudios que aparecen constantemente en los medios especializados.

En este sentido, la empresa española Graphenano ha desarrollado un método de producción en masa más efectivo que los conocidos hasta ahora. Con él pueden fabricar láminas de 2.500 centímetros cuadrados, 25 veces más grandes que el estándar conseguido por la industria. La compañía vende el material en láminas, su forma más conocida, pero también lo integra en cables, que disminuyen el consumo eléctrico. Otros de los productos que ofrecen es polvo de grafeno, que permite mezclarlo con otras sustancias para mejorar las ya de por sí ventajosas propiedades.

La demanda de grafeno aumenta y con ella se crea la necesidad de nuevas formas de producción, que incrementen la disponibilidad del material. Hasta hace poco únicamente los laboratorios eran quienes hacían pedidos del material, para examinar sus propiedades y determinar sus futuras aplicaciones. Cada vez más, el estudio está obteniendo un cariz comercial. Empresas como IBM o Samsung, reconocidos fabricantes de la industria tecnológica, han llevado a cabo sus experimentos con vistas a enriquecer su oferta.

IBM ha construido transistores que han llegado a 100GHz e incluso 300 GHz, cuando la potencia común de los ordenadores, cuyos chips están fabricados con silicio, hoy en día no pasa de un solo dígito. La coreana Samsung ha investigado en su propia dirección. El resultado ha sido un transistor cuya estructura combina el silicio y el grafeno. Con él se podrían desarrollar procesadores capaces de alcanzar una frecuencia de un THz.

Imágenes: UCL Mathematical and Physical Sciencesirene.suarez

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