La convergencia es el siguiente paso para la muerte del PC a manos del móvil

La convergencia convertirá tu smartphone en un ordenador completo, sin necesidad de dispositivos extras.

Tanto los smartphones como las tablets han sido, en perspectiva, una revolución dentro de la informática, que previamente estaba viviendo grandes avances gracias a la tremenda expansión de Internet, pero cuyo uso y usos estaban muy anclados al pasado. En 2007 se presentó el iPhone y el smartphone se hizo con la hegemonía del tiempo dedicado a dispositivos electrónicos día a día. Desde entonces ha llovido mucho, pero se han dado pocos cambios fundamentales respecto a la idea original de smartphone. Este año puede ser el primero dentro de una gran línea de cambio.

Y ese cambio se llama o llamaría convergencia. La idea básica es que los smartphones y tablets con sistema operativo móvil (Android, iOS o incluso Windows Phone) ya son suficientemente capaces y potentes de trascender de tareas tan básicas como consultar de redes sociales o enviar y recibir mensajes y archivos en mensajería instantánea. Chips como el A10 Fusion de Apple son más potentes que muchos ordenadores portátiles, pero están limitados por el software, pues en cuanto a posibilidades no son tan flexibles como aquellos, al no contar con Windows 10, macOS o una interfaz pensada para la productividad.

Convergencia y los grandes cambios de uso

Es ahí donde la convergencia, la capacidad de un dispositivo móvil de llegar a ser mucho más que eso y a ganar funcionalidad de escritorio, cobra sentido, y hemos alcanzado el momento clave por varias razones. Se intuye por rumores que Samsung incluirá un dock con su todavía inédito Galaxy S8, lo que posibilitará que, conectado a una pantalla, el terminal sea capaz de ofrecer una interfaz más tradicional, al estilo de escritorio, pero con aplicaciones de Android. Eso no sólo haría posible una gestión con teclado y ratón, que lo es desde hace mucho, sino que se abre la puerta a grandes aumentos de productividad con arrastrar y soltar, manejo de múltiples ventanas con comodidad… Lo vemos en este vídeo de Microsoft.

https://www.youtube.com/watch?v=-oi1B9fjVs4

El segundo gran momento del año puede ser la llegada del Snapdragon 835 y su emulación a Windows 10 completo. La implicación de esto es mucho mayor, pues hablamos de que en un terminal cualquiera de gama media alta se podría contar con la potencia y el amplio catálogo de aplicaciones de escritorio de Windows. ¿Cómo? Obviamente, la pantalla de un terminal es minúscula para mostrar Windows 10, para ello se hizo Windows 10 Mobile, pero hay que pensar a lo grande. Y lo grande es que mediante un cable o sin cables con protocolos como Miracast, es posible utilizar una pantalla conectada a ese terminal a la vez que se maneja la interfaz con teclado, ratón y trackpad. Así, tenemos un ordenador similar al del escritorio, con una potencia en principio comparable pero todavía desconocida, y todo en el bolsillo. Porque hay que recordar que en Snapdragon 835 puede ir en terminales, pero también en dispositivos del tamaño de un pendrive, que pueden conectarse a un televisor o monitor por HDMI.

Aunque puede tratarse de una función de nicho, la convergencia es muy emocionante porque bien hecha puede llegar a utilizarse día a día. La tercera en discordia, y la que probablemente más pueda cambiar este mundo es Google, pues con Andromeda, un sistema todavía por presentar, se dice que quiere unir Chrome OS con Android, llegando primero a tablets y luego a smartphones. Aquí la implementación podría ser incluso mejor, con un modo móvil o tablet en la pequeña pantalla, que cambia a modo de escritorio al conectarse.

Bien hecha, como decía, estará presente en todos los terminales, con la opción de no ser usada. Posibilitará que aquellos usuarios que ya no utilizan ordenador no lo utilicen, pero que aquellos que si lo hace, dejen que envejezcan mientras todo el trabajo pasa a llevarse en el móvil. Como aspecto futurista, podemos imaginar que en vez de pantallas, esa convergencia llegará con gafas de realidad aumentada, pero sólo así, pensando de manera futurista, ya que son dos campos que de momento no pasan de emergentes.

Imagen principal: Androbit.

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