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Latch pasa al mundo físico con Internet de las Cosas

Latch, la solución creada por Eleven Paths, funciona como un nivel adicional de seguridad para todos nuestros servicios online. El mecanismo funciona como un cerrojo que el usuario puede ‘abrir’ o ‘cerrar’ para habilitar sus aplicaciones y operaciones. ¿Qué pasaría si este servicio se trasladase al mundo físico?

Aunque su desarrollo es complejo, la idea en la que se basa Latch, una de las soluciones de seguridad de Eleven Paths, es sencilla. Latch es una aplicación que podemos integrar en nuestro smartphone para proteger todas nuestras aplicaciones con una capa de seguridad extra, de manera que si algún ciberdelincuente consiguiera robar alguna de nuestras contraseñas, todavía necesitará sortear las protecciones de Latch para acceder a nuestros datos.

Esta tecnología de Eleven Paths implementa un segundo factor de autorización a cualquier proceso de negocio, aunque su uso principal se basa en los procesos de autenticación. En resumen, Latch funciona como un pestillo virtual, con el que el usuario puede interactuar para bloquear o desbloquear sus servicios, aplicaciones y operaciones.

El nacimiento del término ‘Latchear’

Latch se construye en base a tecnología abierta, por lo que constituye una herramienta que cualquier organización externa puede adoptar para proteger sus propias aplicaciones o servicios. De hecho, se está empezando a utilizar el término ‘Latchear’ para referirse a la incorporación de Latch a cualquier proceso de negocio.

Sin ir más lejos, instituciones como las Universidades de La Rioja o Salamanca ya han incorporado Latch como medida de seguridad adicional en sus portales web, para dar solución a las filtraciones de exámenes y robos de notas a sus profesores. CajaMar, por ejemplo, es otra organización que ha optado por ofrecer este servicio a sus clientes.

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Este doble control virtual se puede disfrutar de manera gratuita, a título personal, hasta en 50 cuentas de usuario.

Para aplicarlo en más de 50 cuentas de usuario dentro de una organización, necesitaríamos adquirir una licencia de pago, a través de la página oficial de la herramienta.

Latch ya cuenta con más de 300.000 usuarios, y más de 3.000 aplicaciones en las que es posible su incorporación.

La incorporación de Latch en el mundo físico

Jorge Rivera, Chief Security Ambassador de Eleven Paths, nos ha ayudado a entender el potencial de las aplicaciones de Latch en el mundo físico a través de Internet de las Cosas. Como ejemplo, la compañía ha creado una hucha regulada mediante esta solución de seguridad, a través de la cual es posible apreciar perfectamente cómo funcionan los ‘pestillos virtuales’.

Esta hucha funcionaría con un lector biométrico, en el que los niños grabarían sus huellas dactilares. Una vez reconocidos los usuarios, los padres podrían bloquear, desbloquear, o elegir la cantidad que la hucha dispensa a cada una de las huellas vinculadas. Incluso se podría diferenciar cuánto dinero nos da la hucha dependiendo del dedo que utilicemos para autenticarnos. El hardware del sistema se basa en una placa base Intel Edison fácilmente programable, con el objetivo de facilitar a los “makers” que puedan desarrollar sus propias soluciones a partir de la herramienta.

Aunque esta hucha no está concebida con el objetivo de comercializarse, sí que demuestra de una manera clara el potencial de Latch con respecto a Internet de las Cosas. Y eso no es todo; en Eleven Paths se han realizado también pruebas con otros elementos cotidianos, y los resultados son igualmente sorprendentes. ¿Qué os parece este cerrojo físico controlado a través de Latch?

Para todos los interesados, Eleven Paths celebrará este año otra edición de su concurso Plugin Latch, destinado a desarrolladores que quieran trabajar con esta solución de seguridad y crear aplicaciones innovadoras. El premio: 5.000 dólares en Bitcoins que irán destinados al ganador.

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