El día en que Nokia intentó sacarnos de Matrix y no lo consiguió

Si el año pasado fue Nokia 3310, este año le toca a Nokia 8810. La estrategia de HMD sigue siendo darse a conocer con reediciones de móviles históricos. Eso sí, en esta ocasión, parece que será necesario tirar de otros recursos.

Mobile World Congress de 2017 tuvo un gran protagonista, el nuevo Nokia 3310. Ante otros argumentos de venta, Nokia recurrió a la nostalgia, y dotó a uno de sus terminales históricos de capacidades que, sin ser las de un smartphone, sí lo situaban en la década actual y no en la pasada. HMD, bajo el nombre de Nokia, fue la gran protagonista de la feria, sin ninguna propuesta especialmente innovadora. Y este año ha vuelto a pasar, aunque la estrategia no va a funcionar igual.

Este año no es reminiscencia de Snake o de mensajería SMS, sino de Matrix. Sí, Nokia ha traído de vuelta, tal y como hizo el año pasado, el teléfono que Neo usaba en la gran pantalla allá por 1999, momento en que se estrenó y triunfó en los cines de la mano de los hermanos Wachowski. Con un coste de más de 1.000 euros de la época, que suponen más de 1.500 euros de 2018, se convirtió en el terminal aspiracional por excelencia. ¿Su gran fallo? Quien lo compraba por la película se daba de bruces con la realidad, pues el mostrado no era una unidad comercial sino un prototipo.

Por esa circunstancia, se lanzó el Nokia 7110, que sí se abría de la forma en que Neo respondía a la llamada a Morfeo. El éxito fue arrollador, siempre teniendo en cuenta que se trataba de terminales a los que sólo unos pocos podrían aspirar.

Por todo esto, ayer HMD relanzó el modelo «Nokia 8110«, en el que lo más parecido es el nombre, la apertura de la tapa y la forma aplatanada. De hecho, ha sido HMD la primera en bromear con ese detalle, rodeando al terminal de plátanos en su presentación. El color amarillo con el que lo han lanzado ayuda mucho a hacer esa similitud, aunque el original fuese negro, color en que también llega.

El nuevo Nokia 8810 se lanza con 4G incorporado, algo de lo que carecía el Nokia 3310 del año pasado, y lo mejor es que ello ayuda a que con él pueda utilizarse software como Google Maps o Google Assistant. Las llamadas también serán de más calidad gracias al VoLTE.

Pero, por concluir, si Nokia quería sacar a la telefonía móvil y a sus usuarios del Matrix en que nos encontramos, no parece que por 79 euros vaya a conseguirlo. Y, ni mucho menos, repetir el éxito mediático del Nokia 3310. Por mucho que la serpiente también esté presente.

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