El mayor defecto del iPhone X se convierte en estrella de Mobile World Congress

En un año de pocas novedades y expectación, el 'notch' ha sido uno de los aspectos más comentados de muchos terminales, que han copiado al iPhone sin esconderlo.

Verano de 2017. Se filtra que el iPhone X va a ser un terminal «todo pantalla», pero Apple no va a lograrlo de la forma tradicional. En lugar de poner bordes negros arriba y abajo, situará una ceja conocida como «notch» en la parte superior, que romperá la estética de la pantalla para alojar el nuevo sistema de reconocimiento facial 3D, desarrollado a partir de la tecnología que Microsoft empleó en Kinect. El conjunto se criticó mucho y se consideró el defecto más grande del terminal. La prensa se preguntó qué haría la competencia, y ya tenemos la respuesta.

Como tantas otras veces con Apple, la respuesta era obvia. La competencia que no tenía un producto sólido en cuanto a diseño de marcos, como sí tienen Samsung o LG, ha seguido la solución de Apple. Es algo que hemos visto sobre todo en terminales chinos de gama media y baja, que nunca podrán plantear problemas a Apple. Imaginando un mundo de posibilidades tremendas, resulta hilarante que se llegue a copiar no un color, no una función de la cámara, no una función de software como los Animojis (que también se han copiado hasta la saciedad), sino una limitación de hardware, que además resulta molesta y que no es la ideal en interfaces aún no optimizadas por Google.

En el caso de fabricantes sin nombre, las interfaces no tienen cuidado. Lo que han hecho no se puede llamar integrar el notch, como sí hicieron otros como Essential. Ni hay recursos ni interés para que la cosa cambie. A ver cuál es el movimiento de Huawei, cuyo próximo terminal, el P20, también integrará el notch.

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