Pensieve, la solución del MIT para reducir los tiempos de espera en vídeos

El fin de las animaciones de espera pidiendo paciencia podría estar gracias a Pensieve, un sistema del MIT que emplea aprendizaje automático y redes neuronales.

Los tiempos de carga y el buffering son dos de las grandes pesadillas a las que día a día se enfrenta una persona usuaria de servicios como YouTube o Facebook vídeo. Lo más frustrante es que, en muchos casos, los parones se producen sin explicación lógica. Cuando nacieron las primeras conexiones de banda ancha tenían sentido por la lentitud de éstas, pero en la actualidad, con fibra y LTE es inexplicable. Y sin embargo, se para. Por ello, el MIT ha estado investigando este asunto y un grupo de sus investigadores ha hallado una solución.

Gracias al empleo de aprendizaje automático con el sistema Pensieve y al uso de un algoritmo, la elección de la calidad de imagen se realiza de manera más lógica y rápida. Para ello, se ha de llegar a un equilibrio entre la velocidad de descarga del usuario y la resolución o bitrate ofrecida por el servidor.

Este proceso no es distinto del que se sigue en plataformas de vídeo como YouTube, pero la clave está en que gracias al aprendizaje automático, Pensieve es capaz de detectar e incluso predecir los cambios en la red, como el típico que se produce en la entrada de un túnel mientras vamos en coche. En el caso de producirse un deterioro de la calidad de conexión, la resolución del vídeo se modificará o bien se acumulará más descarga del vídeo para que no se produzcan cortes. Para entrenarse, Pensieve hace uso de una red neuronal con condiciones en distintos entornos.

El resultado que arroja la investigación es muy positivo: aplicando el aprendizaje automático, la fluidez de la reproducción aumenta hasta un 30%, es decir, el número de cortes se reduce un tercio. Por su parte, la calidad de la imagen global mejora hasta un 25%**. Ambas son cifras muy importantes teniendo en cuenta el uso masivo (y va en aumento) que se hace de las plataformas de streaming. Pensieve todavía tiene que aplicarse en las grandes plataformas de vídeo, cuyos vastos catálogos pueden ayudar a mejorar incluso más las cifras, según los responsables.

Sea como fuere, estos avances se antojan imprescindibles en la era del 4K, amigo íntimo del buffering en conexiones de velocidad limitada.

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