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Redes sociales y adolescentes en Latinoamérica y España, bajo la lupa de un estudio: conclusiones

Hoy culminamos con la serie de tres posts dedicados a desgranar el informe ”Find Out: mitos y verdades sobre los teens en Latinoamérica y España“, que se dedicó a estudiar cuáles son los hábitos y costumbres para el uso de apps y redes sociales entre 700 adolescentes de 14 a 19 años en siete países: Argentina, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Chile, Perú y España.

A lo largo de los dos posts anteriores (aquí la primera parte, y aquí la segunda) desarrollamos el análisis poniendo foco en algunos aspectos del informe. Cómo perciben los teenagers a ciertas apps; el tipo de uso que hacen de ellas y de las redes sociales más populares; apps específicas de adolescentes; qué uso hacen de las redes en su tiempo libre y quiénes tienen más credibilidad en ellas fueron algunos de los aspectos que desarrollamos.

Tal como decíamos en el comienzo del primer post, es muy probable que no encuentres otro sitio o blog que haya desmenuzado los resultados del estudio con el nivel de detalle y análisis que hemos presentado en Tendencias Digitales.

Y lo hicimos porque conocer en profundidad a los teens de los países estudiados nos permitirá saber con más certeza qué tipo de sociedad se está prefigurando de aquí a 10 años, cuando ellos estén edificando sus carreras laborales y profesionales. Además, esta información es clave, hoy mismo, para cualquier empresa que se relacione con sus audiencias en Internet.

Hoy resumiremos las conclusiones que presentó el estudio, que puede descargarse gratis desde aquí si se posee un email corporativo. (Seguir leyendo)

Teenagers multiperfil, pero con estrategias

Los adolescentes de entre 14 y 19 años pueden llegar a tener presencias digitales compuestas por entre seis y hasta 10 perfiles abiertos, son capaces de utilizar cada uno de ellos con una finalidad específica, y a la vez integrada con el resto“, sostuvo Rafael Fernández Tamames, cofundador de FindaSense (la consultora que realizó el estudio) entrevistado en esta nota.

Añadió además que “los adolescentes son coleccionistas de momentos, su memoria es Google y el fenómeno Instagram les hizo desarrollar una nueva ‘memoria anticipada’ debido a que se imaginan el resultado de la experiencia que viven, la foto, incluso antes de que suceda“, afirmó.

¿Cuáles fueron los principales hallazgos del trabajo? Comencemos por casa.

El teen “argento” promedio

En este cuadro se sintetizan las características del adolescente promedio argentino, según FindaSense.

Las redes sociales preferidas aquí son, según el estudio, Facebook, Twitter e Instagram, y la principal plataforma dedicada al entretenimiento es YouTube. Los dispositivos favoritos vienen siendo las computadoras desktop, las tablets y los smartphones, en ese orden.

Desde el punto de vista social, se ve que para los adolescentes menores de 18 años la principal motivación es la pertenencia a un grupo, punto en el que difiere con el otro segmento que muestra el cuadro: los mayores de 18 años, quienes, en cambio, presentan como motivación la diversión.

Los denominados “passion points” por el estudio son prácticamente idénticos para ambos grupos: fútbol, amigos y música. Sólo hay un elemento más que aparece en la franja de los menores de 18: las fiestas.

Y algo que no es menor: más allá de su intenso vínculo con la tecnología de las apps y redes sociales, lo cierto es que las interacciones más valiosas para ellos son las off line y presenciales, y confían más que nadie en los amigos.

Vamos a las conclusiones generales.

Érase un adolescente a su smartphone pegado

Inversión en baterías

Breve disgresión culturosa: este subtítulo, para quienes no lo sepan, es una evocación de aquel viejo soneto satírico del Siglo XVII con el que Francisco de Quevedo parodió la nariz de Luis de Góngora (y que comenzaba “érase un hombre a su nariz pegado“). Y quiere aludir a lo que el trabajo se propuso desde el comienzo: conocer qué hace un adolescente en su teléfono todo el día.

Justamente, en sus conclusiones se afirma que “ésa fue la pregunta que quisimos contestar con este estudio“, cuyo propósito fue “descifrar su manera cómo, porqué y para qué usan las redes sociales“. Y se agrega que los adolescentes “ven el contenido en multipantallas, piensan en 4D, se comunican con imágenes, co-crean con otros adolescentes y forman parte de una consciencia colectiva digital que para nosotros es casi inaccesible, que no lográbamos entender porque como adultos no podemos ser parte de ella“.

Facebook, la fiesta familiar incómoda pero ineludible

El análisis afirma que, para los teens, Facebook se convirtió en eso. “Los adolescentes no están ahí para publicar, sino para contactar otros adolescentes, enterarse de lo que pasa y mantenerse informados“. Pero esto cambia claramente con redes como Instagram, Youtube, Whatsapp, y Snapchat, “ya que estas les permiten ver contenidos más segmentados y de una manera más privada“.

¿Qué pasa con el uso del tiempo libre? Claramente es clave para todo adolescente, y es “una de las cosas que más disfrutan“. Y asegura que “aunque muchos pensaríamos que entran a Youtube para ver videos graciosos o incluso una serie o película, ellos lo gastan en Whatsapp, una red que no genera contenido vía streaming para ver pero que sí les permite comunicarse con sus amigos y sacarlos de la realidad en la que estén“.

YouTube es usada “para ver música” (nótese que se dice “ver” música, no “escuchar”), ya que “no puede faltar en sus vidas“, en tanto que Spotifyha logrado posicionarse entre ellos, permitiéndoles hacer sus propios playlists y crear el soundtrack de su vida, que los acompaña en cada momento“.

Influencia y credibilidad: los amigos, antes que nadie

Biometría de voz

El estudio plantea que, siendo los teenspersonas expuestas a muchísima información proveniente de múltiples fuentes“, son capaces de recibir varios contenidos a la vez. Y esto se debe a que desarrollaron “la habilidad de ser multipantallas para así no perderse de nada“.

¿Qué sucede con su sistema de influencias, tomando en cuenta esta realidad? Según el análisis, crearon un sistema “basado en filtros, que les ayuda a saber en quién creer y en quien no“. Y la resultante de esto es que “ellos sienten que quienes más los conocen, aunque no son necesariamente los que tienen mayor conocimiento o experiencia, son sus amigos, y creen en ellos antes que en nadie“.

Sin embargo, los influencers (entendidos como personas comunes que se hicieron famosas en las redes sociales y que poseen amplias audiencias) tienen su peso. Las conclusiones del trabajo declaran que los adolescentes “confiesan creer en ellos cuando les hablan de marcas o productos, en especial los teens de Colombia que son los que presentan la mayor afinidad con este tipo de usuarios de redes sociales“.

Sin embargo” -continúa el estudio- “si hay algo que no saben no se atreven a preguntárselo a nadie, saben que la respuesta la encontrarán en Google y Youtube, y acuden ahí primero“.

Las llamadas están muertas

Una de las principales conclusiones a las que arriba el trabajo de FindaSense se resume en esta frase: “¿qué es lo hacen los adolescentes en su teléfono todo el día? Todo. Excepto hablar por teléfono, ya que para ellos las llamadas telefónicas están muertas“.

En cambio, el estudio observa que los teenagers se comunican con sus amigos de otras maneras, muy distintas a las conocidas por el mundo de los adultos. ¿Cómo? “creando contenido único y entretenido con videos e imágenes que comparten a través de nuevas redes sociales con funcionalidades, como Whatsapp y Snapchat“, redes que al mismo tiempo “cambian rápidamente para seguirle el paso” a los teens y que, dato para nada menor, “les permite privacidad“.

Respecto de la validación y aceptación por parte de sus amigos, el trabajo afirma que son “lo más importante para un adolescente“, que reciben -obviamente- durante la interacción social con ellos. El dato es que validación y aceptación la reciben “ya sean por medios digitales o eventos de la vida real.

El amor en tiempos de las apps

¿Qué pasa con la búsqueda de encuentros amorosos en el mundo teen? “Descubrimos que no hay un like, comment, retweet o view que se compare a que los invite a salir el chico o chica que les gusta“.

El dato, en este punto, es quizás que -contrariamente a lo que podría suponerse- “la interacción entre los adolescentes cuando ligan [«seducen», en buen español neutro] no se da por Tinder, que tiene todas las funcionalidades y está desarrollado para esto, y tampoco por Snapchat, que tiene una reputación de ser la mejor red para texting, sino que los adolescentes latinoamericanos ligan por Whatsapp“.

Hasta aquí, las conclusiones. Los datos ya se convirtieron en información. Ahora, cada quien, y de acuerdo con su interés, tendrá la oportunidad de convertirla en conocimiento.

Imagen: @winxEsther, distribuida con Licencia CC BY-ND 3.0.

Este post fue publicado originalmente por el blog de Tendencias Digitales

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