La educación del siglo XXI: el uso de las tablets llega a las aulas

Las nuevas TIC están revolucionando cada una de las facetas de nuestra vida diaria. La propia UNESCO considera que su utilización puede contribuir a al acceso universal a la educación, la igualdad en el ejercicio de la docencia y el aprendizaje, así como a una gestión y administración de los centros más eficiente.

Siguiendo esa línea, el cineasta y pedagogo David Puttnam afirmaba hace unos días que el futuro de la educación era sumamente emocionante, pues no podía mantenerse al margen, viviendo en la era predigital. La revolución que puede llegar a experimentar la enseñanza es en cierta manera comparable a la que vivió entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la filosofía krausista se introdujo en la educación española a través de la Institución Libre de Enseñanza. El empuje de este movimiento, en parte catalizador de lo que luego fue la Generación del 27, supuso la modernización cultural y científica más grande que viviera nuestro país en materia educativa.

Hoy las nuevas tecnologías pueden ayudar a sembrar la semilla intelectual entre la sociedad. Internet y la nueva era digital ofrecen un paradigma antes desconocido para todos, con la universalización del conocimiento y el aprendizaje, a través de sistemas de e-learning con la enseñanza a través de cursos abiertos online masivos (también conocidos como MOOC). De forma simultánea, lo nuevo trata de asemejarse a los recursos tradicionales: pizarras digitales que se utilizan como las clásicas donde escribíamos con tiza, tablets utilizadas como cuadernos de ejercicios o portátiles como soportes del nuevo libro digital.

Las tablets como recursos didácticos imprescindibles

¿Qué beneficios pueden aportar las nuevas tablets en la docencia y el aprendizaje? Estos dispositivos, mayores que los smartphones, y que integran una pantalla táctil, favorecen la realización de actividades cooperativas, mejorando el desarrollo de destrezas cognitivas. Además permiten a los estudiantes adquirir competencias digitales desde las aulas, para así integrarlos en un mundo 2.0 donde los docentes y los alumnos cambian las metodologías tradicionales por recursos que mejoran la motivación y el aprendizaje.

La información a través de estos nuevos dispositivos digitales puede ser obtenida de forma instantánea, facilitando así que el conocimiento esté actualizado en tiempo real. Se considera también, desde un punto de vista pedagógico, que con las tablets captamos mejor la atención del alumnado, facilitando el desarrollo de su memoria visual y su motivación, al reforzar su autonomía personal y creatividad.

Desde hace tiempo se conocen las ventajas del uso del iPad en educación, y la adaptación de recursos y aplicaciones tradicionales cada vez se hace más evidente en estos nuevos dispositivos. Con el lanzamiento de apps infantiles se trata de llegar a un público no especializado, el de los más pequeños, que busca aplicaciones para aprender y jugar de manera simultánea. Hace tan sólo unas semanas conocíamos la adaptación de los clásicos cuadernos Santillana a los dispositivos iPad a través de la nueva app Pupitre, que permite que los niños obtengan el aprendizaje de la misma forma que con el uso de los clásicos cuadernos, pero de una manera más dinámica y motivadora.

Apple es plenamente consciente de que ha de reinventarse constantemente en el plano educativo, donde la innovación pedagógica juega un papel fundamental. Por ello a finales de enero el vicepresidente de marketing de la compañía, Philip Schiller, presentaba los iBooks 2, como una forma de actualizar el concepto clásico de libro y poder así convertirlo en un recurso portátil, interactivo, con motores de búsqueda incluidos y con la capacidad de ser actualizado. Esta renovación de los libros electrónicos se ve apoyada por el desarrollo de una tablet como el iPad mini, de tamaño más reducido (con una pantalla de 7,85 pulgadas), lo que permite un formato mucho más manejable para ser utilizado en las aulas.

Pero no sólo la compañía de Tim Cook ha visto la educación como una buena forma de introducir sus nuevas tecnologías. También Imaginarium, en septiembre de 2012, presentaba su tablet Super Paquito, adaptada al público infantil y con un tamaño algo mayor que el iPad mini (9,7 pulgadas). Entre sus grandes ventajas se encuentra el conferir un entorno seguro, al permitir un control por parte de las familias que garantice la privacidad y la protección de la intimidad de los más pequeños.

Como decía Puttnam, la educación está muy lejos de quedarse anclada en la ya prehistórica era no digital. Día a día es capaz de reinventarse y adaptar sus recursos a un nuevo entorno 2.0, como lo hace también Minus is Better, la compañía española que comenzó su negocio desarrollando aplicaciones y contenidos infantiles, y que ha acabado por comercializar un completo kit educativo tecnológico, denominado D5EN5. Este paquete, que se puede adquirir por 595 €, incluye una tableta con contenidos digitales, además de muñecos, fichas para colorear, un DVD con animaciones y una guía pedagógica de apoyo.

Como diría el filósofo y escritor norteamericano Elbert Hubbard, «la escuela no debe ser una preparación para la vida, la escuela debe ser la vida misma». Está claro que la enseñanza del siglo XXI, adaptada a las nuevas TIC, en la que las tablets juegan un papel fundamental en las aulas, está preparada para la nueva revolución 2.0, en la que los estudiantes y los docentes enseñan, juegan y aprenden de manera simultánea a través de estos nuevos dispositivos.

Imágenes | Flickr, Edudemic

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