El disco compacto, el famoso CD, celebra estos días su trigésimo aniversario. La fecha que tomamos para celebrar el aniversario de este formato es el año 1982 porque fue entonces cuando el primer CD se puso a la venta; se trataba del disco 52nd Street de Billy Joel, un LP que, más allá de sus cualidades musicales, marca el inicio de una gran época.
Antecedentes
Remontarnos a la creación del CD o compact disc como tal es llegar hasta los años setenta. El desarrollo de este formato está ligado a dos grandes compañías: Sony y Philips. A mediados y finales de los años 70, ambas empresas desarrollaron una tecnología destinada a crear un formato de reproducción de audio más avanzado de lo que ya se conocía y, al principio, lo hicieron cada una por su cuenta.
Durante toda la década, el equipo de Philips se centró en el desarrollo de un pequeño disco óptico de audio que permitiese la reproducción de música con una calidad superior a la de su hermano mayor, el de vinilo. Aunque en un principio la idea era desarrollar un disco de 20 centímetros de tamaño, el diámetro fue, finalmente, de 11,5 centímetros
Por su parte, Sony presentó públicamente un productos de similares características en 1976, que fue mejorando en los años siguientes hasta llegar al disco compacto que aparecería en los años 80.
Las investigaciones de ambas empresas corrieron en paralelo durante todos estos años, pero, con el tiempo, Sony y Philips unieron fuerzas para diseñar un nuevo disco digital estándar. Y de esa colaboración surgió el modelo que todos conocemos que sería aceptado internacionalmente como estándar en 1987.
Los primeros pasos comerciales
Antes de la comercialización del primer CD, hubo varias pruebas para testear su funcionamiento y comprobar que todo estaba en orden antes de su lanzamiento al gran público.
En una de las primeras pruebas, se grabó una sinfonía del compositor Richard Strauss, interpretada por la Filarmónica de Berlín. Sin embargo, la primera vez que se hizo una demostración pública de la calidad del invento fue en la BBC. En uno de sus programas, se escuchó un disco de los Bee Gees. Y de ahí, a pasar a la historia.
Ascenso y caída
El disco de Billy Joel marco los inicios y, a partir de él, vino la gran ola. Cuando el formato se lanzó en mercados potentes, como Estados Unidos, su popularidad creció exponencialmente y se convirtió en la alternativa clara a los casetes y otras formas de escuchar música.
El CD sustituyó al casete y se estandarizó como el formato para escuchar música. Sin embargo, su declive estaba mucho cerca de lo que parecía. Otros formatos, como el MP3, empezaron a comerle terreno a medida que el año 2000 avanzaba.
Ahora, celebramos su trigésimo aniversario; apenas tres décadas de vida, mirando a un formato cada vez más antiguo, al que los avances tecnológicos han dejado en segundo plano. ¿Cuánto hace que no vemos un discman por la calle? La música ya está ligada al smartphone. Los 30 años del CD son el perfecto ejemplo de la velocidad a la que las nuevas tecnologías trasforman el mundo. Casi de un día para otro, nuevos formatos nacen y mueren antes de tener tiempo de dejar huella. El CD se recordará como uno de los que sí lo hicieron.
Foto | Topconsumible, Engadget.