Para 2020 está previsto que más de 5.700 millones de personas estemos conectadas por móvil. Existe por tanto una oportunidad significativa para utilizar esta tecnología para ayudar a transformar la prestación de asistencia humanitaria. Es necesario satisfacer las necesidades de las personas afectadas por las crisis humanitarias. Y esto requiere de nuevos modelos de asociación entre el sector público y privado, así como un enfoque que vincule diferentes servicios para evitar la duplicación y fragmentación. Mientras llega ese momento, hay que aprovechar la potencialidad y beneficios de la tecnología.
Entre el año 2000 y el año 2016, más de 3.500 millones de personas en todo el mundo se vieron afectadas por catástrofes naturales o crisis humanitarias. Las organizaciones que se dedican a prestar ayuda humanitaria no descansan en la búsqueda para encontrar formas más efectivas y eficaces para satisfacer las necesidades de las poblaciones afectadas. En este contexto, la tecnología móvil es un salvavidas.
Aunque de momento hay obstáculos que impiden que la conectividad esté disponible, accesible y sea impactante en las emergencias humanitarias, ya existen diferentes aplicaciones en las que la tecnología móvil ayuda en los servicios humanitarios.
1. Comunicación y conectividad en momentos de crisis
Un mensaje de texto o una llamada telefónica en un momento puntual, y a tiempo, ayuda a salvar vidas. La industria de las telecomunicaciones brinda servicio a más de cinco mil millones de personas en todo el mundo. Es muy importante que las redes móviles sean resistentes para que en momentos provocados por desastres naturales o situaciones críticas tengan la capacidad de responder y funcionar a pleno rendimiento, además de ser resistentes a las posibles pérdidas comerciales que se puedan ocasionar.
Algunos ejemplos en los que las redes móviles han sido clave en la ayuda humanitaria son el del terremoto de 2015 en Nepal o los terremotos en Italia en 2016. Hechos como la crisis de los refugiados en Oriente Medio y en Europa ponen en relieve el papel tan importante que tienen las redes en dichos acontecimientos, tanto para proporcionar facilidades a la hora de comunicarse con familiares o servicios de emergencia como la facilidad de acceso a la hora de buscar información.
La industria móvil sigue ampliando cobertura y a su vez desarrollan sistemas de alerta y detección temprana de posibles crisis en zonas como Nepal y Sri Lanka, lugares en los que han desarrollado un sistema de alerta temprana para aumentar la preparación de las comunidades que viven en zonas propensas a riesgos, alertándolas de posibles peligros y proporcionando instrucciones a través de SMS, anuncios de radio y sirenas.
2. Transferencias monetarias desde cualquier parte
Los teléfonos móviles son muy útiles y eficientes también a la hora de prestar ayuda y asistencia económica en momentos de crisis. Las organizaciones humanitarias utilizan las transferencias digitales como opción para ayudar desde cualquier parte del mundo.
En el contexto humanitario, las redes móviles se asocian con ONG locales o internacionales para entregar esa ayuda digital en efectivo a los refugiados o damnificados por la situación. Además, los programas de transferencias monetarias que utilizan dinero móvil ofrecen un mayor alcance y eficiencia.
3. Soluciones de identidad digital
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las comunidades en las crisis humanitarias es el registro e identificación de afectados. La tecnología móvil y digital juega un papel muy importante en el establecimiento y autenticación de identidades digitales para refugiados y otras personas afectadas por la crisis. Por ejemplo, si las personas no están identificadas es más probable que se encuentren con obstáculos o retrasos al intentar cruzar fronteras internacionales.
Las soluciones de identidad digital proporcionan utilidad, privacidad y comodidad a las poblaciones afectadas por la crisis. La identificación del individuo proporciona libertad de circulación, acceso a servicios básicos como educación y asistencia sanitaria.
En el campo de refugiados de Za’atari (Jordania), el personal del ACNUR utiliza dispositivos móviles para escanear los códigos de barras que figuran en los documentos de identidad de los refugiados y verificar la situación individual de cada persona para, según las necesidades, ofrecer una serie de servicios, como alimentos, ropa o dinero en efectivo. La aplicación no muestra el nombre ni foto del individuo, asegurándose de que la privacidad del refugiado está protegida.
4. Facilita el acceso a servicios públicos
Cada vez es más frecuente que la tecnología móvil mejore el acceso a la energía, agua, así como al saneamiento para millones de personas que viven en zonas donde la red tradicional no llega, pero, sin embargo, están cubierta por las redes móviles.
El sector de la energía de pago en los mercados emergentes ofrece nuevas oportunidades al sector privado y mejora la vida a cinco millones de personas que antes estaban desatendidas.
5. Mejora el bienestar de las personas afectadas
La tecnología móvil tiene, entre otras, una gran capacidad de conectar a las personas, especialmente en situaciones de desplazamiento o que se prolongan en el tiempo. El acceso a un teléfono móvil puede ayudar en un momento determinado a salvar vidas. La comunicación es básica en momentos de crisis y la información es poder. La tecnología móvil permite transmitir en tiempo real qué está ocurriendo.
Además, también la tecnología móvil ayuda a las comunidades a autoorganizarse y a estar prevenidos en caso de emergencia, facilitando una mejor comunicación entre las poblaciones afectadas y las organizaciones humanitarias que les asisten.
El potencial de la tecnología móvil, por tanto, mejora el bienestar de las personas en momentos de crisis o en situaciones puntuales. Comunicarse con amigos, familiares, acceder a oportunidades de educación, transferir dinero, enviar y recibir fondos, consultar información, son, entre otros, unos de los numerosos usos y beneficio del acceso a las redes móviles.
