Wi-Charge crea un dispositivo de carga inalámbrica mediante rayos láser infrarrojos, que cuenta con una cobertura de entre 3 y 10 metros de distancia.
Muchos smartphones de gama alta incorporan el sistema de carga inalámbrica para que al usuario le resulte más sencillo cargar su terminal, ya que con el empleo de las aplicaciones y fotografías es raro que la autonomía del móvil sea de más de un día, aunque en la mayoría de ocasiones el porcentaje de batería está en rojo mucho tiempo antes.
Por eso Wi-Charge ha creado un dispositivo que permite la carga inalámbrica mediante rayos láser infrarrojos en lugar de utilizar inducción electromagnética o energía eléctrica emitida por radiofrecuencia. El sistema de carga láser está formado por un emisor de luz en un extremo dotado de fotones que envía a un medio con ganancia para multiplicarlos. Una vez se encuentra en el otro extremo, los fotones rebotan en un espejo haciéndolos pasar de nuevo por el medio con ganancia hasta otro espejo y crear un ciclo continuo de amplificación.
En el caso de este aparato transmite la energía en un campo completamente abierto. Para poder utilizarlo es necesario instalar en el techo de la habitación donde más se suele cargar el teléfono un transistor que se encarga de convertir la energía eléctrica en luz infrarroja y enviarla al receptor. Wi Charge cuenta con una cobertura de entre 3 y 10 metros de distancia, a la misma velocidad que lo hace un cable USB. Además, a diferencia de los métodos tradicionales para cargar nuestro smartphone, permite que haya más de uno conectado a la vez, mientras les nutre de energía.
Inofensivo para la salud
Este rayo láser es inocuo para la salud al tratarse de rayos de clase 1. Su sistema de seguridad
se activa en el momento en el que el láser interfiere con cualquier otro aparato que no sea nuestro móvil -excepto si el objeto que le obstaculiza es transparente- apagándolo inmediatamente para evitar riesgos, aunque la potencia no sea tan fuerte como para dañarnos.
El precio de este sistema de carga inalámbrica es de 200 dólares, en los que se incluye tanto el kit láser imprescindible para poderlo poner en marcha y la funda en la que tenemos que meter nuestro smartphone para que su batería reviva. El único inconveniente de este sistema de batería inalámbrica es que pierde una parte de la energía si intentamos cargar el teléfono mientras lo tenemos en el bolsillo porque el rayo láser necesita tener línea de visión directa entre el emisor y el receptor.
Ya hemos visto la carga inalámbrica en otros modelos, pero todos ellos necesitaban contacto con el terminal para utilizar la radiofrecuencia, mientras que Wi-Charge usa la tecnología de los
rayos láser para que la fuerza acompañe a tu dispositivo.