El plástico de un sólo uso tiene los días contados y son ya varias las medidas que se han propuesto por parte de diferentes países para acabar con el problema de la contaminación marina.
La lucha contra la contaminación de plásticos en los mares, océanos y ríos va en aumento y son varios los países que se han propuesto tomar medidas para proteger el medio ambiente y acabar con el uso de microplásticos que contaminan el entorno natural y que suponen un peligro para la vida marina y silvestre.
Cada vez más, se intenta reducir el uso de estos materiales y evitar así el impacto medioambiental que producen, sobre todo haciendo incapié en el cambio de los hábitos de consumo para desterrar los artículos de un sólo uso como pueden ser las pajitas de bebida, bolsas, bastoncillos de algodón o vajillas desechables de plástico.
De esta forma, Escocia tiene previsto prohibir las pajitas de plástico a finales del próximo año con el fin de combatir la contaminación marina, una medida impulsada por Reino Unido, en un nuevo plan de gobierno que prevé el fin del uso de microplásticos. Los planes pasan por eliminar las pajitas en bares y restaurantes que se unen al movimiento global para poner fin a su uso.
Esta ley sigue a otras aprobadas ya en Estados Unidos, Canadá e Irlanda, donde existe una gran preocupación en la opinión pública con el problema de la contaminación marina, ya que millones de personas en todo el mundo beben agua contaminada por partículas de plástico, o ingieren mariscos y otros pescados contaminados que implican un grave peligro para la salud humana.
También el gobierno de Baleares ha puesto en marcha medidas que entrarán en vigor a partir de 2020. Entre ellas, acabar con las pajitas de bebidas de plástico y productos similares que son sustituibles, incluso las cápsulas de café quedarán prohibidas.
Sin ir más lejos, la BBC pone en alerta a la población de la dimensión del problema de los plásticos en los fondos marinos y costas. Y es que, los avances tecnológicos han permitido mostrar y demostrar todo lo que se nos escapa a la conciencia y al ojo humano.
Los plásticos son muy útiles en nuestra vida cotidiana pero el tratamiento de los residuos debe mejorar considerablemente. Quizá, la solución esté en sustituir los microplásticos por otras alternativas naturales y biodegradables que no dañen el ecosistema y modificar una serie de cuestiones legislativas y financieras que disminuyan la fabricación y uso de estos materiales.
