Una parte de los ciudadanos de Estonia podrá solicitar pronto estudios genéticos que les ayuden a prevenir enfermedades relacionadas con el ADN. En una primera fase, Estonia tiene previsto que 100.000 de sus ciudadanos accedan a este servicio.
No es suficiente con ser uno de los países más avanzados en cuanto al sector digital. Estonia quiere ir más allá, y al mirar a su sistema de salud se ha topado con la genética. Las tecnologías que proporcionan información sobre el ADN son cada vez más asequibles y el país báltico quiere aprovecharlas.
En marzo, Estonia comenzó un proyecto en pruebas que podría extenderse a la totalidad de la población del país. Se trata de la posibilidad de que sus ciudadanos pidan estudios genéticos al sistema público de salud. Esta información podría ayudarles a prevenir enfermedades hereditarias, relacionadas con el ADN.
En una primera fase, Estonia tiene previsto que 100.000 de sus ciudadanos accedan a este servicio. No son pocos, pues la población total del país asciende a 1,3 millones de habitantes.
Quienes quieran conocer los secretos que guarda su ADN pueden encargar uno de estos estudios genéticos a su médico de cabecera. Así de sencillo. Eso sí, será el doctor quien reciba los resultados y los transmita a los pacientes, acompañados de sus consejos. Se ha querido que sean especialistas quienes hagan la selección de la información y dicten las recomendaciones.
De esta forma, los pacientes podrán adaptar su forma de vida a los riesgos de enfermedades que padecen. Y es que, a veces estas dolencias hereditarias se presuponen por haberlas visto en familiares. Pero estos estudios genéticos permiten ver a las claras a qué se es propenso, según la información del ADN. Además, el hecho de que sea una prueba médica la que avisa a la persona sobre un riesgo puede ayudar a crear una mayor concienciación.
El abaratamiento de las tecnologías para analizar el ADN ha hecho que surjan proyectos y startups centradas en este ámbito. En Wayra, la aceleradora de startups de Telefónica, creció una de ellas, Made of Genes, dedicada a la secuenciación del genoma, para aportar recomendaciones de salud basándose en esta información.
El plan de Estonia es que en el futuro la totalidad de sus habitantes pueda encargar estos estudios genéticos. Esto quiere decir que una de estas pruebas para analizar el ADN será igual de accesible que un análisis de sangre. Aunque en un principio este servicio puede parecer costoso, la salud pública del país báltico podría beneficiarse en el futuro en tanto que muchos de sus ciudadanos podrían prevenir enfermedades en lugar de curarlas.
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