Llevamos años hablando de la tecnología NFC (siglas en inglés de Near Field Communications), una tecnología de comunicación inalámbrica que permitirá el desarrollo de opciones de pago e identificación electrónica con el móvil, que podría acabar con el dinero físico, pero parece que el uso de esta no termina de arraigar en nuestros bolsillos.
Es como cuando comenzó a usarse Internet en los teléfonos móviles. Se trataba de una opción que presentaban cada vez más dispositivos, pero de la que pocos hacían uso porque la experiencia de usuario no era satisfactoria hasta la popularización de los teléfonos inteligentes. Precisamente, entre los próximos usos que daremos a nuestros smartphones de manera cotidiana se encuentra la posibilidad de realizar pagos a través del móvil y de que nos sirva como elemento de identificación personal.
El fin del dinero físico
Del desarrollo e implantación de la tecnología NFC habla un informe realizado por la consultora Forrester que fecha en 2016 el momento en el que pagaremos más con el móvil que con el propio dinero de bolsillo. La consultora habla del fin del monedero físico para ese año e incluso que los pagos móviles se impondrán por encima de cualquier otro sistema.
Sin duda a esto contribuirá el hecho de que las principales operadoras de telefonía móvil, tanto de Estados Unidos como de Europa, apoyan el desarrollo de los sistemas NFC que permiten conectar dos dispositivos móviles para efectuar pagos con total seguridad.
La tecnología también cuenta con el beneplácito de empresas de pagos a crédito tradicionales como Visa o MasterCard, e incluso con el de otros sistemas 2.0 como puede ser el caso de Paypal, quien se beneficiaría también del uso de las aplicaciones móviles. Por todo ello su desarrollo parece que es inminente.
Así pues, y gracias también a que fabricantes como HTC, Nokia, Samsung e incluso BlackBerry están incorporando ya esta tecnología en sus terminales, en solo cuatro años podríamos estar utilizando el teléfono móvil como monedero de una manera habitual. El único paso que falta es que los dueños de establecimientos comerciales, todavía algo reticentes a invertir en actualizar sus terminales de pago, den el paso definitivo al ver que el resto de la industria apoya este desarrollo tecnológico.
En países de Asia como Japón, el pago a través del móvil ya es una realidad y algunas empresas de las principales avenidas comerciales de Estados Unidos también se han lanzado ya a permitir el pago a través del teléfono inteligente. Entre otras la española Zara, en su sede neoyorquina.
Y generará más empleo
Pero la teoría de que en cuestión de cinco años los pagos a través del teléfono serán más que habituales en Europa y Estados Unidos también la refrenda otro estudio, en este caso realizado por la empresa de trabajo temporal Hays.
Según esta compañía, además de poder hacer micropagos con el teléfono móvil, también será generalizado el uso del teléfono como llave para acceder a recintos y edificios, tarjeta de fidelización de puntos e incluso como forma de pago en los medios de transporte. Es algo que ya está experimentando por ejemplo el Consorcio de Transportes de Asturias, que experimenta con un grupo de 100 usuarios –gracias a la tecnología de Telefónica– con los pagos a través de NFC.
Esta evolución lleva a Hays a establecer que la demanda de profesionales que puedan desarrollar la tecnología NFC y/o garantizar su seguridad, clave para el éxito de este método de pago, se va a disparar en los próximos años. Los ingenieros de telecomunicaciones y los expertos en seguridad serán los perfiles más demandados para el desarrollo de esta nueva tecnología, además de profesionales con perfiles comerciales que ayuden a la introducción de estas tecnologías en las empresas.
Imágenes | Desarrolloeniphone.com, Román Allona.
