Cada vez aparecen más usos de la IA en medicina. Uno de sus últimos éxitos ha sido prever con acierto que unos pacientes en coma despertarían, en contra de la opinión de los médicos.
En China la apuesta por la inteligencia artificial es decidida. Y dentro de esta tecnología, uno de los ámbitos que más destaca es el de la medicina. No en vano, el país asiático tiene interés en ello. Una inteligencia artificial no puede sustituir la labor de un facultativo, al menos en su totalidad. Pero sí puede llevar a cabo algunas tareas.
La situación en China es delicada en cuanto a sanidad se refiere. El país registra una media de 1,5 doctores por cada 1.000 habitantes. Es demasiado poco. En Estados Unidos, para tomar una referencia, son 2,5 médicos por cada 1.000. Pero es que en España se alcanza la cifra de 3,9 doctores por cada 1.000 habitantes. De ahí que el Estado quiera dar un empujón a la IA para realizar algunas de las funciones de los médicos, especialmente en zonas rurales. Allí es donde más escasean los facultativos.
El interés aquí consiste en entrenar a los algoritmos para que sean capaces de descubrir patrones repetitivos. A partir de ahí una IA podrá emitir un diagnóstico. Se trata en principio de asuntos relativamente sencillos, como evaluar una ecografía o una radiografía.
Este funcionamiento es básicamente lo que hace también el sistema IA creado por la Academia de las Ciencias China y por el Hospital General PLA, de Pekín. Han tardado ocho años en refinar el modelo algorítmico, pero ahora tiene un acierto del 90% en sus pronósticos. Esto es lo que han comprobado con las pruebas realizadas en los últimos meses.
Pero este sistema IA se ha enfrentado a una tarea considerablemente más compleja que evaluar una ecografía. Tenía que predecir las posibilidades que tenían varios pacientes en coma de volver a despertar.
Lo ha hecho admirablemente bien. Mejor que los propios médicos. Estos habían dado en su análisis puntuaciones bajas a siete pacientes. Esto quiere decir que en su opinión fundamentada no despertarían. Sin embargo, a estos mismos pacientes la IA les dio una puntuación alta. Y terminaron despertando.
El sistema también ha cometido algún fallo. Hubo un paciente al que tanto los médicos como la IA le dieron por desahuciado, pero despertó en menos de un año.
La inteligencia artificial como fuente de diagnóstico
El algoritmo desarrollado por los científicos de Pekín da idea de las posibilidades de la inteligencia artificial en medicina. Y es que no es la primera vez que una IA supera a médicos de prestigio en sus predicciones.
En una competición llevada a cabo en China, un equipo de 15 facultativos se enfrentó a un algoritmo. El objetivo era diagnosticar tumores cerebrales y la expansión de un hematoma subdural, evaluando imágenes de escáneres. La IA tuvo un 87% de acierto y los médicos, un 66%.
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