La inteligencia artificial se ha posicionado como una herramienta idónea para paliar la escasez de doctores en China. De hecho, las herramientas de diagnóstico médico basadas en esta tecnología forman parte del plan chino para convertirse en líder en IA en 2030.
La segunda potencia mundial tiene muchos desequilibrios. Uno de ellos es que el número de pacientes que acuden a los hospitales o clínicas, en busca de asistencia médica, son demasiados. Y lo son porque en realidad lo que falta en China son doctores.
La cantidad de población es tal que la escasez de doctores en China se ha convertido en un asunto espinoso. La diferencia entre las ciudades y las zonas rurales es importante (aparte de ser el país más poblado, China es el tercero con más superficie del mundo, si concedemos a Canadá el segundo lugar, pese a que una parte de sus tierras permanecen congeladas buena parte del año).
Para hacerse una idea de los recursos humanos que tiene el sistema sanitario chino se puede tomar como referencia el número de médicos por personas. En el país asiático la media es de 1,5 doctores por cada 1.000 habitantes. En Estados Unidos esta media asciende a 2,5 médicos. En España, en cambio, la tasa es mucho mayor, se eleva a 3,9 médicos por cada 1.000 personas.
Así que el gobierno chino está decidido a dar un vuelco a la situación. Y para eso ha decidido recurrir a la inteligencia artificial. De hecho, las herramientas de diagnóstico médico basadas en esta tecnología forman parte del plan de China para convertirse en líder en IA. No solo eso, sino que forman parte de la primera fase del plan, lo que indica su importancia. Si este tipo de software se extiende se necesitarán, sin duda, menos médicos, pues diagnosticar será una tarea que podrá automatizarse –quizá bajo supervisión– en una parte de los casos.
Estas herramientas funcionan de forma parecida a como lo hace la supercomputadora de IBM, Watson. Son algoritmos que se entrenan con una serie de casos, por ejemplo, con ecografías asociadas a un diagnóstico. Se establecen unos patrones y el software aprende a reconocerlos. A partir de ahí se le puede presentar una ecografía al algoritmo, y este dará su diagnóstico. Para ello se basa en todo lo que ha aprendido anteriormente.
Esto es un resumen, pero lo cierto es que las conclusiones se destilan mediante complejos cálculos matemáticos, nutridos de variables. Para hacerse una idea del interés del gobierno chino en impulsar esta rama de la inteligencia artificial, basta saber que el regulador de alimentación y medicamentos del país ya permite utilizar una serie de dispositivos médicos de esta clase.
Precisamente en estas fechas estaba previsto que se pusiera a la venta el robot iFlytek. Este sistema ha sido el primer candidato no humano en aprobar el examen médico en China. Los gigantes tecnológicos del país también han visto un nicho de negocio en este ámbito. Tanto Tencent como Alibaba tienen unidades de investigación dedicadas herramientas diagnósticas basadas en IA.
Imágenes: ReSurge International, Kitmondo.com