El crecimiento del sector de los drones en África ha sido notable, pues el continente ofrece un campo de pruebas ideal para el despliegue de esta tecnología.
El impacto de los drones en África puede llegar a ser sustancial. Se esperaría de una tecnología novedosa que fuera en otros países donde más se desarrollara. Sin embargo, el espacio que existe en este continente para las aeronaves no tripuladas es enorme.
La razón no es otra que la falta de infraestructuras en África y cómo los drones pueden contribuir a paliar estas deficiencias. Estas aeronaves pueden ayudar a conectar lugares donde la red de transporte convencional no llega. Pero también pueden servir para mejorar las conexiones a Internet.
Por el momento lo más urgente es el transporte de productos muy concretos, como las medicinas. Y aquí es donde Ruanda ha sido uno de los países pioneros. No solo a nivel regional sino mundial. Allí es donde se ha construido el primer aeropuerto específico para drones del mundo. Desde estas instalaciones ya parten drones con medicinas a áreas con dificultades de comunicación.
Estas entregas se han empezado a hacer de la mano de la empresa estadounidense Zipline, que ha recibido 41 millones de dólares de inversión para poner en marcha sus drones de reparto. La compañía ya ha recorrido cientos de miles de kilómetros por el aire y ha entregado miles de pedidos.
Su proyecto no se quedará ahí, pues la empresa quiere expandirse a Tanzania y a otros países africanos. Este aeropuerto para drones de Ruanda comenzó por el acuerdo con Zipline, pero ahora está abierto a otras empresas. De esta forma, hay iniciativas locales, como la ruandesa Charis UAS , que se han involucrado en el proyecto y ahora operan tanto dentro como fuera del país.
Sector público y privado
Este tipo de iniciativas, que han mermado con apoyo gubernamental, son claves para estimular a las compañías locales. El sector de los drones en África aún es incipiente, pero existen oportunidades.
En varios países se han aprobado legislaciones para regular el uso de aeronaves no tripuladas. Un paso que ha sido difícil dar en muchos países europeos, en cambio. Sudáfrica estableció un marco regulatorio en 2016 y a finales de 2017 ya tenía 686 licencias de pilotos registradas. Kenia, Gana y Tanzania también han legislado en el mismo sentido.
Y otro de los países que más se ha movido es Malawi , donde la autoridad de aviación civil se ha asociado con UNICEF para crear en 2017 el Drone Test Corridor. El objetivo es probar la tecnología de los drones para fines humanitarios. Principalmente se trata de establecer comunicaciones con lugares aislados, de forma que se puedan enviar paquetes de necesidades básicas.
En este Drone Test Corridor están presentes empresas como la sueca Globehe y la china JD.com. Esta última también prueba sus drones en Shanghái pero no ha desaprovechado la oportunidad de volar en Malawi. Y es que los drones son asimismo una puerta de entrada al continente africano.
Imágenes: Charis UAS