En los mapas antiguos se utiliza la leyenda “Aquí hay dragones” para lo desconocido. Esta es la situación que se vivía hace un año con el Blockchain. Sin embargo, ahora conocemos mucho más a cerca de este concepto, sus puntos fuertes y debilidades.
“Aquí hay dragones” es la leyenda que se usaba en los mapas antiguos para lo desconocido. Cuando no se sabía qué se iban a encontrar en el océano inexplorado situaban dragones representando el miedo y la confusión. Pues bien. Creo que aplica perfectamente a la situación de Blockchain hace un año. Todo el mundo hablaba del potencial de Blockchain para cambiar el mundo, debía haber algo, pero ninguno sabíamos el qué.
¿Por qué no sacar el máximo beneficio del Blockchain? El Blockchain está justificado cuando, o bien necesitamos o somos capaces de monetizar la inmutabilidad de la información que registramos en la cadena, o bien la gobernanza de una red de pares se beneficia de los mecanismos de consenso inherentes a Blockchain. Sin embargo, un año después, la pregunta ya no es válida. Ya no hay que preguntarse por qué Blockchain. La nueva pregunta es incluso más simple: ¿Por qué no?
Todos estamos de acuerdo en que a día de hoy la tecnología sí que demuestra el potencial del paradigma de la descentralización pero no está lo suficientemente madura para desplegar encima procesos de negocio o servicios críticos. Además, hablamos de Blockchain pero no hay una única tecnología y la fragmentación no nos permite hacer una apuesta con ciertas garantías sobre cual se impondrá en unos meses o años. Sin embargo, sí hemos identificado cuatro grandes áreas en las que adoptar Blockchain nos permite ya hoy disfrutar de algunos beneficios muy concretos.
1. Eficiencias
La mayoría de los procesos de negocio de las grandes compañías se basan en registrar información que luego se comparte internamente entre diferentes unidades o con terceras partes que muchas veces tienen su propia visión de la información. Gracias a Blockchain podemos consensuar a priori la información que se registra en lugar de sufrir tediosos procesos de conciliación y resolución de disputas a posteriori. Pensar en la cantidad de facturas que se emiten, se rechazan, se revisan y se reemiten y el tiempo que se consume en ese proceso antes de realizar cualquier pago.
Si todos las partes comparten de salida la misma fuente de información que ha sido preacordada, no hay resolución de disputas y la conciliación puede ser casi inmediata. Hablamos de facturas, pero el mismo caso se presenta en la conciliación entre operadoras en servicios como la voz internacional o el roaming, la gestión de la cadena de suministro, los procesos logísticos, la liquidación con distribuidores, etc.
2. Confianza
En nuestro mundo conectado, la relevancia de las transacciones digitales es mayor cada día que pasa. Ya no es suficiente con que el intercambio de información sea seguro, ahora necesitamos además que sea confiable, que podamos asegurar con toda certeza su origen, la veracidad de la información y su integridad.
Gracias a Blockchain, se añadirán a las redes y plataformas una capa adicional de confianza que permitirá siempre atribuir con certeza absoluta la autoría de la información que se genera y se transmite, qué persona o dispositivo envío qué, desde donde, cómo y cuándo. Esto es trascendental para soportar nuevos modelos de negocio. Pensemos por ejemplo en la lucha contra las Fake news o entornos como los coches conectados o las redes de sensores, donde puede ser crítico saber sin dejar margen a las posibles alteraciones partidarias qué sensor fue el primero en emitir cierta información
3. Identidad
Este es uno de los temas recurrentes cuando hablamos del mundo digital y todavá no hemos encontrado una solución óptima. Todos nosotros tenemos múltiples identidades cuando interactuamos en el mundo digital en función de con quién lo hacemos, en qué contexto y con qué finalidad. La fragmentación ha sido y es aún uno de los grandes problemas de usabilidad e incluso eventualmente adopción de los servicios digitales.
Con Blockchain, vamos a construir una identidad soberana única a partir de las identidades fragmentadas con los diferentes servicios. Y lo que es más importante, vamos a dar al usuario la potestad de elegir la identidad con que se presenta ante quien. El usuario tiene por fin el control de qué datos comparte y cómo lo hace. Es el cambio copernicano que la sociedad está demandando.
4. Tokenization
Este concepto es para mí el que más capacidad de innovación tiene. Todos hemos oído hablar de la burbuja de las ICOS como nuevo mecanismo de las startups para levantar fondos. Ese no es nuestro negocio. Para nosotros, la tokenización es el enlace entre la Blockchain y el mundo físico. Hasta ahora, los bienes digitales podían ser enviados, copiados y reutilizados comprometiendo su propiedad y su valor. Ahora podemos crear representaciones digitales de esos bienes físicos.
Esos son los tokens, que por su propia naturaleza criptográfica no pueden enviarse, copiarse o reutilizarse sin la participación de su propietario. Podemos tokenizar cualquier cosa y además, gracias a otra pieza clave de blockchain como son los Smart contracts, podemos diseñar cualquier regla de negocio que rige lo que se puede o no hacer con el token. Este punto es lo que realmente cambia las reglas.
Estas son las 4 grandes áreas en que estamos trabajando en el Centro de Competencias de Telefónica estos últimos meses: eficiencias, confianza, identidad y tokenización. En los próximos, empezaremos poner todo nuestro esfuerzo en las iniciativas concretas en que estamos materializando estas líneas de trabajo. Y recordad:
Blockchain, Ergo Sum.