La comunidad científica ve con buenos ojos que este gas se pueda convertir en estandarte de las renovables, siempre y cuando se investigue y trabaje en su mejoramiento y sostenibilidad.
Los combustibles fósiles tienen fecha de caducidad. La energía producida por productos derivados del carbón está de capa caída, y con razón, respecto a sus hermanas renovables.
El planeta, y la sociedad humana, dependen de poder concretar una transición eficaz hacia un tipo de energía basada en la ecología y en la diversidad de fuentes. Es necesario habilitar para ello diferentes cuestiones éticas y legales con las cuales asentarse en dicha transición con el fin de poder realizarla de una manera óptima.
Según los expertos, la demanda energética crecerá de aquí a 2050 alrededor de un 40%. Por lo tanto, las autoridades pertinentes deberán dar cabida a nuevos modos de recolección energética, para ir descarbonizando así el sistema de obtención de energía.
Pese a que la inversión en materia renovable en la última década ha sido superior a los 2 000 millones de dólares en todo el mundo, su representación dentro del gasto global de energía sigue siendo muy bajo.
Hidrógeno, el outsider de la energía renovable
Desde muchos rincones de la ciencia mundial se esta intentando postular al hidrógeno como una posible vía renovable con un potencial ilimitado.
Si bien es cierto que aún necesita tiempo e investigación para poder erigirse como pilar fundamental dentro del ámbito de las renovables.
En la actualidad, el 96% de la producción de hidrógeno para uso energético se obtiene a través de la reforma del metano. Durante este proceso se desarrolla, a su vez, una pequeña cantidad de dióxido de carbono (uno de los gases que provocan el llamado efecto invernadero). Para que pudiera ser sostenible, este proceso debería realizarse con la captura y el almacenamiento de carbono, o la electrólisis.
Por lo tanto, la cuestión del hidrógeno aún debe de pulirse de cara a futuros usos positivos. Como hemos visto, el hidrógeno puede funcionar de una manera eficaz como combustible, pero aún falta cierto tiempo para poder entenderlo como el principal objeto a la hora de posicionarse como puntero dentro de la energía renovable como tal.
