El proyecto INFRAMIX aúna conducción automatizada y analógica. Te contamos en qué consiste.
Los coches automatizados pertenecen a un futuro cada vez más cercano. Un concepto, el de los coches que funcionan solos como autómatas por las carreteras, que puede parecer aún como un hito automovilístico fuera de nuestras posibilidades.
Sin ir más lejos, en la actualidad, todavía nos es imposible ver este tipo de vehículos por las calles. Pese a todo, ya se están empezando a tomar medidas con las cuales, la circulación entre personas y coches automatizadas vaya sobre ruedas. Y seguro que todo va más rápido de lo que imaginamos. Prueba de ello son los grandes avances que estamos viendo en lo relativo al coche conectado.
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De momento, el sector del coche automatizado no ha dado muchas señales de vida a nivel mediático, pero está creciendo, aunque esté siendo a la sombra de los coches eléctricos; que, por ahora, están siendo más demandados por la sociedad.
Pero, como decíamos, los expertos ya vaticinan que este hecho, seguramente, cambie dentro de unos años. Y cuando eso pase, llegarán dilemas técnicos. Por ejemplo, qué sucederá cuando en una carretera mixta (para coches automatizados y personas) se dé una incorporación a otra vía. Seguramente, se producirán retenciones por la incapacidad de los coches automatizados para incorporarse rápidamente.
Proyecto INFRAMIX para aunar conducción automatizada y analógica
Martin Dirnwöber, experto en sistemas de transporte automatizado de AustriaTech, una agencia federal de tecnología de la movilidad con sede en Viena, Austria, ha puesto en marcha el proyecto INFRAMIX. Esta iniciativa cuenta con la ayuda de grandes empresas tecnológicas como Siemens o TomTom. Y su principal objetivo pasar por unir de manera óptima ambos modos de conducción.
Se espera poder desentramar la problemática de estos tres factores: las obras viales, las incorporaciones como las vías de acceso a las autopistas, y las autopistas en las que un solo carril podría dedicarse a vehículos automatizados.
Ante estas tres cuestiones, se están estudiando diversas opciones a la ahora de abordar los problemas. La que más crece, en palabras de Dirnwöber, es la de «la posibilidad de utilizar mensajes electrónicos para enviar información sobre desviaciones y cambios en el trazado de la carretera a los vehículos para que puedan adaptarse al nuevo trazado».
Dichos mensajes utilizarían los Sistemas Cooperativos de Transporte Inteligente (C-ITS), que emplean una forma de WiFi o redes de telefonía móvil para enviar información sobre el tráfico a los coches con capacidad para recibirla.
Pese a todo, por ahora, este mecanismo está en proceso industrial, al igual que el proyecto INFRAMIX. Lo que sí es seguro es que al estar destinado al mediano-largo plazo se seguirá trabajando desde sus oficinas con el fin de encontrar una solución posible a la convivencia de personas y coches automatizados.
