Científicos logran reanudar la circulación y la actividad celular en el cerebro de un cerdo después de su muerte.
Un equipo de investigación de la Universidad de Yale (EE.UU) ha llevado a cabo una investigación con uno de los resultados más impactantes de los últimos tiempos: restaurar ciertas funciones del cerebro de un cerdo muerto.
Los estudios se han desarrollado en colaboración con los Institutos Nacionales de la Salud como parte de la Iniciativa BRAIN, y los resultados se han publicado por primera vez en la revista especializada Nature.
Esto supone un hecho inaudito y sin precedentes en la investigación cerebral. Los estudios emprendidos hasta el momento indicaban que la muerte celular del celebro se trata de un proceso rápido e irreversible. Sin embargo, los científicos de Yale han conseguido restaurar algunas de las funciones cerebrales de cerdos cuatro horas después de su muerte.
El proceso se realizó mediante una técnica conocida como BrainEx. Consiste en conectar la vasculatura del cerebro y aplicar una solución única desarrollada para preservar el tejido cerebral. El cerebro postmorten fue aislado desde una planta empacadora para, posteriormente, distribuir la solución química desarrollada por los científicos.
El cerebro procesado no mostraba actividad eléctrica, signos de conciencia ni reservas de energía. Una vez aplicada la solución química, los investigadores pudieron advertir integridad en las células neuronales, así como cierta funcionalidad en las células neuronales, gliales y vasculares.
Sin señales eléctricas de actividad cerebral
Los primeros análisis evidenciaron que pequeñas muestras de tejido mostraban signos de vitalidad celular. Sin embargo, el cerebro en ningún momento respondió al proceso con señales eléctricas que probasen una actividad cerebral normal.
Las aplicaciones clínicas de los resultados obtenidos son todavía una incógnita, y está descartado que sean viables de manera inmediata. Este avance ofrece, sin embargo, un elevado número de posibilidades para la investigación y para nuevos descubrimientos científicos. Los investigadores implicados han apuntado en direcciones muy prometedoras. Las evidencias podrían contribuir a salvar vidas en casos de accidentes cerebrovasculares y al desarrollo de nuevas terapias en el campo de la recuperación celular.
En la actualidad, no está previsto que estos avances sean el primer paso hacia investigaciones sobre tejidos humanos. La solución química desarrollada es única y aplicable a las características de los cerebros de los cerdos.
Además, cualquier estudio sobre tejido humano o que implique la posibilidad de una reactivación eléctrica celular en tejido animal debe ser sometido a una estricta supervisión ética.