La inteligencia artificial y los asistentes virtuales aparecieron hace 50 años. Las primeras conversaciones con una máquina, Eliza, datan de 1966.
Aunque pueden parecer relativamente modernos, los asistentes virtuales llevan entre nosotros desde hace medio siglo. El padre del primer asistente virtual que conocemos, ELIZA, fue el informático alemán Joseph Weizenbaum, quien desarrollo el que conocemos como primer chatbot de la historia entre 1964 y 1966.
Eliza fue un programa informático pionero, capaz de procesar el lenguaje natural empleando oraciones que previamente se habían recogido en su base de datos, como frases hechas, frases de continuidad para invitar al interlocutor a que siguiera con su conversación, y frases para generar empatía. Todo ello lo conseguía tanto intercalando en su discurso este tipo de oraciones, como mediante el análisis de las palabras clave que utilizaban los usuarios al expresarse.
Las respuestas dadas por ELIZA resultaban tan realistas que los usuarios que lo probaban llegaban a relatarle sus problemas más íntimos, no en vano, llegó a pensarse en utilizar dicho programa informático con fines terapéuticos en psicología.
Si bien los programas basados en el lenguaje de programación Python continuaron desarrollando sencillos chatbots a lo largo de los años 80, no fue hasta la siguiente década cuando empezaron a despuntar los chats como A.L.I.C.E. (Artificial Linguistic Internet Computer Entity), un programa inteligente de conversación desarrollado en 1995 que simulaba una charla real con los usuarios, o Clippy, el primer asistente conversacional de Microsoft, diseñado para ayudar a las personas a utilizar la herramienta Microsoft Office en 1997.
Tipos de Asistentes Virtuales
Hoy en día, los asistentes virtuales podrían catalogarse en dos tipos: los asistentes de uso general, que son los que asociamos a Siri o Google Now y nos proporcionan información sobre el clima, rutas, alarmas, mensajes, etc., y los asistentes para usos específicos, que se centran en responder preguntas y dar información basada en datos sobre un contexto específico, enriqueciendo la calidad de la información, como es el caso de Aura, la inteligencia artificial de Telefónica, que se ha desarrollado con la pretensión de simplificar la relación del cliente con la compañía.
Isotipo de Aura
En la actualidad, los bots conversacionales son mucho más complejos y utilizan potentes algoritmos para el procesado del lenguaje natural, con el fin de ofrecer respuestas mucho más cercanas a lo que busca una persona, pero ELIZA marcó un hito en la historia del machine learning, y con este asistente virtual comenzó la era de los interlocutores artificiales.