La organización The Ocean CleanUp vuelve a la carga para tratar de limpiar el continente de plástico que flota en el Pacífico.
La primera intentona se canceló tras algunos meses en marcha. Surgieron varios problemas propios de la falta de experiencia en un proyecto tan ambicioso. The Ocean CleanUp vuelve a intentarlo ahora, tras realizar modificaciones a su sistema de arrastre para retener el plástico.
El objetivo sigue siendo el mismo. La isla basura o el continente de plástico. Una ominosa masa de residuos que nada en el océano Pacífico Norte a merced de las corrientes. Son estas las que congregan allí el plástico y también las que lo deshacen a medida que lo hacen bailar en círculos.
Las corrientes son también aliado y enemigo de The Ocean CleanUp. En ellas se basa el sistema de recogida de plástico, que inventó el joven Boyan Slat con 18 años. Pero también a causa de las corrientes tuvo que suspenderse el primer intento. Los cálculos que hizo el equipo no fueron los adecuados y la barrera de contención de los residuos se rasgó en algunas partes.
El sistema consistía –y sigue respectándose su estructura en general– en una barrera flotante de 600 metros que se arrastraba en forma de U. La idea es atrapar en ella una gran cantidad de plástico. Cuando la barrera alcanzara un nivel de saturación determinado se retiraría para llevarse a puerto. Allí se podrían procesar los residuos adecuadamente. Y, lo más importante de todo, ya se habrían sacado de los océanos.
Esta barrera se impulsaría mediante las corrientes oceánicas, así como por las olas de superficie y por los vientos. Los cálculos que hicieron en The Ocean CleanUp señalaban que era necesario que la barrera viajara más rápido que las corrientes. Tras unos meses con el sistema en práctica se dieron cuenta de no solo había roturas sino que la velocidad no era la adecuada.
El nuevo sistema
Ahora The Ocean CleanUp vuelve con algunas modificaciones. Les han llevado apenas seis meses hacerlas. Una de las conclusiones que ha sacado el equipo es que no es necesario que la barrera se desplace más rápido que las corrientes. Podrá ir a la misma velocidad que estas e incluso algo más despacio. El plástico se acumulará de todas formas.
Entre las modificaciones que ha hecho The Ocean CleanUp se encuentran dos detalles para controlar la velocidad de la barrera. El sistema constará de bollas hinchables , que impulsarán gracias al viento el desplazamiento de la barrera. Si es necesario decelerar la marcha se podrá lanzar el paracaídas de 20 metros que se acopla ahora en la estructura.
Con estas novedades, el proyecto afronta su segunda ronda en la batalla contra el plástico. Los cambios se han hecho rápido y la nueva acometida ha salido pronto. Desde luego, los responsables del proyecto son conscientes de la urgencia de la situación.
Imágenes: The Ocean CleanUp
