El 20 de julio se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna a través de la misión Apolo 11 de la NASA, que consiguió un gran paso para la humanidad a pesar de las dificultades tecnológicas de la época.
«Un pequeño paso para un hombre, un gran paso para la Humanidad». Con esta frase, tan sólo cinco días después del lanzamiento del Apollo 11 a la Luna, Neil Amrmstrong pisaba por primera vez en la historia del ser humano este satélite ante 600 millones de espectadores en todo el mundo.
Un 16 de julio de 1969 se iniciaba un viaje sin precedentes y del que no había forma de predecir lo que iba a pasar. Los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins marcharon a la Luna a las 13:32 horas desde la base de Cabo Cañaveral (Florida) con el cohete Saturno V. Lograron su objetivo, a 400.000 kilómetros de distancia, y permanecieron dos horas en la base de la Luna.
Sin embargo, hasta los propios astronautas del Apolo 11 reconocieron que las probabilidades de ir al satélite y regresar con vida a la Tierra eran del 50%. ¿Cómo fue ese gran lanzamiento que marco el inicio de la carrera espacial? ¿Qué problemas o retos tuvo que solventar?
Un hito del progreso
Es necesario recalcar varias fechas en la misión Apolo 11 de la NASA que son claves a la hora de celebrar su 50 aniversario. En primer lugar, el 16 de julio de 1969 es la fecha remarcada por todos, pues supone el despegue del cohete con los tres astronautas. Cuatro días después, el 20 de julio, la nave desciende a la superficie lunar, y al día siguiente, un 21 de julio de 1969, tiene lugar la llegada del primer hombre a la Luna. La misión concluye el 24 de julio con el amerizaje en el Océano Índico del módulo y los tres astronautas.
El Apolo 11 se convirtió en un hito del progreso tecnológico y, aunque la apuesta de la NASA era muy arriesgada, consiguió su propósito, aunque para ello los astronautas tuvieran que sortear diferentes obstáculos en el camino. Por ejemplo, las cámaras que llevaban los astronautas para retransmitir en directo la misión tuvieron que ser protegidas ante radiación solar y con un proceso mecánico de lubricación para no evaporarse.
Un camino de la mano del cohete Saturno V de 3.000 toneladas y un empuje de 33,4 meganewtons, la nave constaba de cuatro zonas esenciales: el Apolo 11, donde se situaban los astronautas y las herramientas científicas, y tres zonas con combustible que iban desprendiendo conforme completaban fases.
Dificultades técnicas en el alunizaje
No obstante, a pesar del éxito de la misión, hoy sabemos que los astronautas tuvieron que pasar por diferentes obstáculos y retos para conseguir el objetivo. Quizá uno de los momentos de mayor tensión sucedió durante el descenso a la superficie lunar, cuando el ordenador del módulo sufrió una sobre carga y saltaron alarmas.
A los pocos minutos de comenzar la maniobra de alunizaje, saltaron dos alarmas provocadas por dos errores del ordenador de abordo que podrían haber hecho abortar la misión si los astronautas y la NASA no lo hubieran resuelto. La explicación oficial estableció que los errores 1201 y 1202 se debieron a dos alarmas de sobrecarga de datos que la computadora de a bordo estaba sufriendo.
Y es que, el ordenador del Apolo 11 que se encargaba de realizar cálculos para controlar la orientación y distancias de la nave tenía una memoria RAM de 2 kB y ROM de 32 kB, algo que hoy en día nos resultaría impensable. Una capacidad muy inferior a la de los smartphones o tablets actuales, pero que no frenó la llegada del hombre a la Luna.
