Rocket Lab

Rocket Lab quiere usar helicópteros para recuperar sus cohetes

La compañía espacial low cost Rocket Lab ya tiene fórmula propia para recuperar sus cohetes: lo hará con helicópteros.

El cómo se consiga la proeza puede variar, pero los cohetes del futuro serán reutilizables. Hacia este destino vuela el sector aeroespacial. Lo hace de mano de las compañías privadas, celosas por ajustar sus márgenes de beneficio. Pero, sin duda, la tendencia contagiará a las grandes agencias espaciales, como la NASA o, ahora, la CNSA (China).

De momento el ejemplo ha cundido entre los participantes de capital privado que han metido la cabeza en este constreñido sector. SpaceX ha sido la más prolífica en cuanto a despegues y recuperaciones, aunque Blue Origin, de Jeff Bezos, también se ha prodigado en estas veleidades técnicas.

Estaba claro, con este panorama, que Rocket Lab tenía que empezar a recuperar sus cohetes. La empresa espacial, de origen estadounidense pero con una importante filial en Nueva Zelanda, ha basado su ascenso en sus bajos costes de operación y en unos precios igualmente apocados para los estándares del mercado. No cabe para este plan de negocio otra alternativa que reutilizar los cohetes.

En esto también tratará de optimizar al máximo los costes Rocket Lab. Y es que, mientras SpaceX diseña sus Falcon para que aterricen de nuevo en una plataforma, a veces marítima, la solución de esta empresa pasará por helicópteros. Así está previsto en sus planes. Los helicópteros cazarán al vuelo los cohetes en su caída hacia la superficie terrestre.

A la caza del cohete

El método de Rocket Lab es diferente del que emplea SpaceX. La compañía de Elon Musk posa sus Falcon sobre una plataforma de aterrizaje, ya sea en un centro espacial o en un barco acondicionado. Vuelve a la Tierra autopropulsado y con un objetivo calculado.

El cohete de Rocket Lab, Electron, no será tan sofisticado, pero el sistema es ingenioso. Una vez que la parte inferior del Electron se separe de la superior, que contiene la carga, caerá progresivamente hacia nuestro planeta. En un determinado momento, a medida que la superficie terrestre se acerque, se disparará un paracaídas para ralentizar la velocidad del cohete.

Al mismo tiempo, un barco esperará por la zona donde se prevé que caiga el cohete. De aquí partirá un helicóptero en el momento preciso. Su misión será acercarse al Electron y adosarse a una pieza conectada mediante un cable al cohete. Una vez establecido el enganche, el helicóptero regresará al barco para dejar su carga.

Esta será la manera de Rocket Lab para recuperar sus cohetes. Aún falta por probarla, pero el diseño del sistema ya parece pulido. Lo siguiente es la fase de ensayo-error, en la que empresas como SpaceX acumulan ya un buen puñado experiencia.

Imagen: Rocket Lab

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