El imaginario colectivo lleva fantaseando décadas, incluso siglos, con un mundo en el que las máquinas se dirigen solas. Ahora, la conducción autónoma es real, aunque su recorrido no ha hecho más que empezar.
Parecía ciencia ficción. Hace meses, China nos sorprendió a todos con una noticia impactante: la construcción de un tren de levitación magnética «más rápido que el avión», en ciertas distancias. Aunque se trata ahora de un prototipo, la compañía que lo fabrica, CRRC, adelantó que esperan tenerlo listo para su uso comercial en 2021.
Ha pasado medio año y el gigante asitático vuelve a asombrarnos con otro proyecto de lo más innovador. Un tren bala -de alta velocidad y levitación magnética– que no necesita conductor, sino que se controla de forma autónoma. Su nombre técnico es G8811 y ya circula dentro del país.
Mirando a los Juegos Olímpicos de Invierno
La fecha exacta del estreno fue el 30 de diciembre de 2019, aunque la información no trascendió a los medios occidentales hasta casi 10 días después.
El tren conecta 10 ciudades, de Beijing a Zhangjiakou, donde se realizarán la mayoría de los eventos de esquí en los Juegos Olímpicos -y paraolímpicos- de Invierno de 2022. Entre éstas, se incluye la parada de Badaling Chang Cheng, donde se encuentra la parte más conocida de la Gran Muralla China.
El trayecto de 170 km que antes duraba entre dos y tres horas, ahora es de 50 minutos. Es posible gracias a que alcanza una velocidad máxima de hasta 349 km/h, aunque ésta varía entre los 120 y los 349, según el tramo del recorrido.
Un vehículo inteligente
Se considera el primer tren inteligente del mundo no solo por prescindir de conductor, sino también por disponer de iluminación inteligente, redes 5G y más de 2.700 sensores que recopilan información y lo hacen funcionar casi totalmente de forma autónoma.
Dentro de los vagones, cada pasajero tiene una pantalla táctil y carga inalámbrica. Para interés de los deportistas, posee diversas facilidades para el almacén de los equipos.
También está equipado con un comedor, que incluye un servicio de retransmisión en tiempo real, desde el que los periodistas podrán seguir los eventos, como si fuera una sala de prensa. Todas las funciones se realizan automáticamente y el operario a bordo solo tiene que pulsar un botón para ponerlo en marcha. También estará presente para intervenir en casos de emergencia.
Incluso en las estaciones, la tecnología más puntera estará presente: varios robots inteligentes transportan el equipaje. Funcionan con un código QR o con reconocimiento facial.
Más seguro que el ser humano
La seguridad de los pasajeros es una de las razones que explican la creación de este tren bala sin conductor. Las compañías llevan investigándolo mucho tiempo como una solución de futuro, que reduzca los accidentes causados por errores humanos.
Sun Zhang, experto en ferrocarriles y profesor de la Universidad de Shanghai Tongji, lo considera una buena opción. «Un sistema de conducción autónoma podrá mejorar en gran medida la seguridad de los trenes que circulan en las vías de alta velocidad, en comparación con los conductores humanos que pueden tener problemas de salud repentinos o ignorar las medidas de seguridad durante la conducción».
Tendremos que esperar un poco más de tiempo para comprobarlo. Quizá sea, como parece, el futuro de los trenes.
Ilustración de la cabecera: Gonzalo Chávarri. Imagen: China State Railway Group.