Desde apagar completamente los aparatos y no dejarlos en modo suspendido hasta utilizar programas más cortos y fríos en la lavadora. En este artículo recopilamos algunos trucos útiles que puedes a empezar a utilizar desde ya.
Aplicando estos consejos no te vas a «hacer de oro», pero sí te vas a ahorrar cierta cantidad de dinero en las próximas facturas energéticas. Además, sí sabremos que no estamos desperdiciando recursos como agua o luz de manera innecesaria.
Suelen ser nuestros mayores quiénes se preocupan más por estos temas, pero no está de más estar informado sobre qué dispositivos consumen energía sin que nos demos cuenta.
Los móviles, presentes en todas partes
De todos los dispositivos electrónicos, nuestro smartphone o teléfono inteligente es el que más tiempo pasa a nuestro lado y también el que más usamos. Ya hay incluso quienes consideran que pasarán a funcionar como nuestro DNI, en un contexto de digitalización de todo.
A menudo tenemos activadas ciertas funciones aun cuando no las estamos utilizando. La localización, por ejemplo, es útil y necesaria para ciertas apps y servicios, pero dejarla activa consume batería. Ocurre lo mismo con tener encendido el wifi cuando no estamos conectados a un red.
Por supuesto, también consumen energía del teléfono todas las herramientas que mantenemos abiertas y no cerramos, en las cuales se mueve una gran cantidad de información, como redes sociales, juegos o el reproductor de música. Bajar el brillo de la pantalla es un truco para ahorrar energía.
¿Qué hay de los enchufes? Esto es aplicable no solo a los cargadores de móviles, sino de cualquier dispositivo. Cuando esté cargado, conviene desconectarlo de la fuente, porque si no continúa consumiendo electricidad.
La nevera, el electrodoméstico que más gasta
Según datos de un informe sobre el tema realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), las casas suponen una quinta parte de toda la energía que se consume en España. De estas cifras, las neveras representan el 30%.
A la hora de hablar del consumo energético de un aparato como un electrodoméstico, hay que tener en cuenta varios factores. El consumo propiamente dicho y el tiempo de su uso. En el caso del frigorífico, el consumo no es tan elevado como el horno o el microondas, que necesitan más potencia. Pero la diferencia es que la nevera está funcionando las 24 horas del día.
Abrir poco tiempo y cerrar cuando acabemos de coger la comida, reunirla y guardarla toda junta para evitar hacerlo muchas veces y meter alimentos cuando no están calientes son trucos que nos permiten hacer un uso más óptimo de este aparato. También conviene saber que las neveras con etiqueta A+++, las más eficientes, consumen hasta un 75% menos que las D.
Otros grandes electrodomésticos
La lavadora es el tercer electrodoméstico que más energía consume en los hogares, según el informe mencionado. Aunque las cifras varían de una vivienda a otra, según la cantidad de personas y de prendas empleadas, suponen cerca del 12% de la energía de una casa. Los programas de lavado en frío y cortos, en la medida de lo posible, reducirán la cantidad.
El lavaplatos -o lavavajillas- es otro de los imprescindibles en los hogares actuales. Nos soluciona mucho, evitándonos tener que fregar continuamente, pero exige una gran dosis de agua para su funcionamiento. Se recomienda esperar a que esté lleno para ponerlo en marcha y utilizar programas cortos y ecológicos.
También en la cocina disponemos del horno, el microondas y la vitrocerámica, tres aparatos que a menudo se complementan y se pueden reemplazar entre ellos. En el caso del horno y el microondas, su consumo no es de los más elevados, ya que son muy eficientes. Un truco es aprovechar el calor generado.
Las vitrocerámicas, en cambio, sí son electrodomésticos que requieren una potencia grande. Las placas de inducción consumen hasta un 40% menos que las tradicionales, por lo que quizá te convenga adquirir una.
El ordenador y la televisión, dos de los dispositivos que consumen más energía
No nos olvidamos de ellos. El ordenador y la televisión son, junto los teléfonos móviles, los dispositivos tecnológicos más presentes en los hogares españoles. Así lo indica el informe «Equipamiento y uso de tecnologías de la información y comunicación en los hogares«, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En su caso, además, el consumo llega a pasar más desapercibido que con los aparatos de la cocina. Para ahorrar con la televisión, una solución fácil -que, sin embargo, a menudo se resiste- es apagarla completamente cuando dejamos de verla. El «standby» consume, aunque no esté sonando ni mostrando imágenes. Podemos aplicar el mismo consejo al ordenador y también, en su caso, bajar el brillo de la pantalla.
Entre los dos dispositivos se estima que consumen el 20% de la energía demandada en una casa.
Desde luego que hay más trucos para optimizar el consumo de electricidad, aunque aplicando unos pocos ya notarás la diferencia.
Ilustración de la cabecera: Mónica La Mola.