La influencia del cambio climático en el café puede ser devastadora en las próximas décadas. Si no se ponen medidas, el cultivo será mucho más difícil.
Son dos cosas totalmente distintas. Pero todo está conectado. Más cuando se habla de las consecuencias de los problemas medioambientales. Y es que hasta se puede rastrear la influencia del cambio climático en el café. Toda una industria que depende de una serie de factores ligados a patrones la temperatura, humedad del suelo, lluvias. Y con un clima futuro mucho más seco, la producción se vería estragada.
Esta es la conclusión de un estudio accesible desde Science Direct que centra la atención en la producción cafetera brasileña. Según la investigación de los autores, el cambio climático podría provocar una reducción de un 60% en la producción de café en ciertas áreas del país. Las zonas en las que se ha enfocado el estudio son montañosas: Matas, en el estado de Minas Gerais, y las montañas, en el de Espíritu Santo.
Estas dos zonas producen alrededor del 20% de la variedad de café arábica de Brasil. Y el estudio prevé que en el año 2050 su clima sea mucho más cálido y más seco. Y aquí es donde se dejarían sentir los efectos del cambio climático en el café. La temperatura aumentaría 1,7 grados y las precipitaciones anuales descenderían. Los científicos han calculado que de los 1.257 litros por metro cuadrado actuales se pasaría a 1.199 litros por metro cuadrado.
Los cálculos de los investigadores apuntan hacia esta drástica reducción del 60%. El motivo principal es la altura de los cultivos. Al tratarse de zonas montañosas, un cambio de temperatura y de precipitaciones influye más. Y es que en estos lugares el clima es muy húmedo y frío, con lo que son sensibles a cualquier subida de los termómetros.
Una propuesta de solución
Poco a poco se conocen los efectos del cambio climático sobre áreas o colectivos en los que no se había pensado hasta ahora. En el caso del café, los estragos en la producción –el estudio se fija solo en ciertas áreas de Brasil, pero cabe pensar que es extrapolable a otras zonas– podrían afectar al consumo si no se toman medidas. Sin embargo, el principal problema no está ahí.
En estos momentos existen 25 millones de pequeños productores de café. Además, se estima que alrededor de 100 millones de hogares en Latinoamérica y África viven de los cultivos cafeteros. Son trabajos y medios de subsistencia que pueden estar en riesgo.
Aunque no todo son malas noticias. El estudio propone una forma de salvar el 75% de la producción de café. Se trata de explotar el concepto de agrosilvicultura, un término que aúna la agricultura y la promoción de los bosques. En este caso se trata de plantar árboles junto a los campos de cultivo. Si la mitad de la superficie tiene sombra de árbol, la temperatura diurna se reduce entre 2 y 3 grados.
Los científicos creen que este método es sobre todo eficaz en las alturas entre 600 y 800 metros. La plantación de árboles es un cambio de hábitos que se tendría que dar desde ya para ser efectiva.
Imágenes: BlogThinkBig, cocoparisienne