Mascarillas con impresoras 3D

Mascarillas con impresoras 3D frente al colapso sanitario

Ante la congestión en la sanidad, muchas empresas y particulares sin ánimo de lucro se han puesto manos a la obra para aportar su granito de arena: mascarillas con impresoras 3D.

Nos encontramos en un momento difícil, tanto para los ciudadanos que se están contagiando con el coronavirus, como para los sanitarios que los atienden. Tras la alerta de que los hospitales se están quedando sin recursos básicos, además de mascarillas con impresoras 3D, también se están creando otro tipo de equipamiento crítico como respiradores artificiales.

¿Cómo se está haciendo?

Esta iniciativa, que demuestra una vez más que unidos somos más fuertes, se está llevando a cabo en todo el mundo, y se está haciendo a partir de soluciones tecnológicas de código abierto. Todos los impulsores del proyecto comparten información de producción a través de esos canales.

No solo comparten conocimiento, sino que también tratan de encontrar juntos los mejores materiales para la producción del equipamiento. Las redes sociales están siendo el principal altavoz para la colaboración de ingenieros, investigadores y makers individuales, entre muchos otros.

Mascarillas con impresoras 3D

¿Quién está colaborando?

Además de centenares de científicos y emprendedores tecnológicos, las instituciones y los gobiernos también han hecho un llamamiento para erradicar la propagación del virus, a partir de soluciones como esta.

Así, la Comisión Europea se sumó a la iniciativa y abrió un plazo para que las startups presentaran sus propuestas más innovadoras en cuanto a tratamiento, testeo, monitorización y otros aspectos relacionados con el COVID19.

España también se ha unido a este proyecto, y algunos ayuntamientos han puesto en marcha planes para frenar el contagio y descongestionar el sistema sanitario. Un ejemplo de ello es el Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana (Cantabria), que ha facilitado a las autoridades sanitarias cuatro impresoras 3D. El concejal de Desarrollo Local, Luis Piñal, aporta una bocanada de esperanza: «Ha sido increíble, hemos pasado de ser una veintena de personas en un chat de Telegram a ser más de 15.000 ya organizados, con servicio de recogida y entrega a hospitales.»

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