Tesla ha solicitado en Reino Unido la licencia para convertirse en operador eléctrico, de forma que pueda distribuir electricidad en el país.
El negocio de Tesla va mucho más allá de los coches. De hecho, su producto no se puede entender sin la vertiente energética. Esta resulta clave no solo como factor de atracción sino como la primera piedra para una economía de escala. La compañía de Elon Musk ha fabricado baterías –uno de los componentes más preciados de sus vehículos– para el hogar. Pero también ha participado en proyectos a gran escala. Y en ellos se puede encontrar la explicación que ahora el fabricante quiera convertirse en operador eléctrico en Reino Unido.
Tesla ha solicitado la licencia para convertirse en operador eléctrico, con el fin de poder vender energía en la red. Es un paso burocrático pero tiene una importancia capital en la estrategia de la compañía. Su negocio, más allá de la fabricación de coches, es la energía. El objetivo de Elon Musk es contar con todos los resortes para abastecer a los consumidores en sus necesidades.
El coche será una de ellas, pero este será eléctrico. Por tanto tendrá que recargarse en los puntos de carga de la red que la compañía ha desplegado. Además, los hogares tienen necesidades energéticas. Y cada vez más casas unifamiliares instalan placas solares. Pero para que estas sean realmente efectivas necesitan baterías que acumulen la electricidad del día para usarla en la noche.
Un paso más allá del consumidor son las baterías gigantes que la compañía ha fabricado. Como la que está operativa en el Sur de Australia, que es la más grande del mundo de ion-litio. Tesla se ha enzarzado en proyectos igualmente mastodónticos, como abastecer solo con energía solar a una isla.
Tesla, una empresa energética
Convertirse en operador eléctrico en Reino Unido permitirá a Tesla explorar el negocio de proporcionar electricidad a gran escala. La compañía ha demostrado que sabe producir energía y almacenarla a gran escala. Y este paso la prepara para llevar a cabo estas acciones en suelo británico y sacar provecho económico de ellas.
Una de las claves para este plan energético a largo plazo es la fusión con SolarCity. Ahora ambas empresas tienen la capacidad de fabricar las herramientas de producción –paneles solares– y de acumulación (las baterías). Ambas ya trabajaban juntas en algunos proyectos a escala, incluso antes de pasar a ser la misma empresa.
