Sus dos principales beneficios respecto a los actuales modelos son el ahorro de combustible, de hasta un 20%, y la mejora en la experiencia de vuelo, ya que hay más espacio. ¿Se convertirá en el nuevo tipo de avión?
Desde la invención de las primeras naves aéreas, hace más de un siglo, el diseño ha seguido el mismo patrón: de tubo en el habitáculo y con motores integrados en las alas. Pero este patrón, continuado durante tanto tiempo, podría tener las horas contadas.
La multinacional aeronáutica Airbus ha presentado un nuevo y disruptivo modelo para los aviones comerciales. Su nombre es Maveric (acrónimo de Modelo de Avión para la Validación y Experimentación de Controles Innovadores y Robustos) y con él aspira a iniciar una nueva tendencia.
Lo presentó por primera vez en febrero en la Feria de la Aeronáutica, celebrada en Singapur, si bien llevaban trabajando tres años en secreto para su consecución. Tras realizar diversas pruebas y superarlas todas con éxito, decidieron enseñarlo a la sociedad. Maveric es un “avión de ala integrada”, es decir, el habitáculo y las alas están unidas en una misma pieza.
Un ahorro de un 20% de combustible
Esto supone una menor resistencia al viento, por lo que el vehículo consume menos combustible durante los vuelos. En concreto, según indica el comunicado oficial, hasta un 20% menos, una cantidad nada desdeñable para las compañías; sobre todo, para los trayectos más largos. Esos que precisamente dificultan que los aviones se impulsen ya con energía eléctrica.
En un momento en que la sostenibilidad se busca en todos los ámbitos y con tanta urgencia, este beneficio será, sin duda, su gran aporte de valor. Aunque no será el único.
Más espacio y menos ruido
Otra de las grandes ventajas que supone este prototipo la disfrutarán los pasajeros. Al estar unido en una misma pieza, hay más espacio, tanto en los pasillos como en la zona de las piernas. Desde Airbus han desarrollado unas imágenes del concepto aproximado que tendrá.
El mayor inconveniente, en este sentido, es su ausencia de ventanas. Sin embargo, este problema ya tiene una solución: pantallas de información y entretenimiento que, incluso, lleguen a similar el exterior con asombroso parecido, como ocurre con estos tragaluces inteligentes para oficinas. Así, se reduciría la sensación de claustrofobia que podría causar en algunos pasajeros.
Airbus también indica que espera que Maveric reduzca el ruido, al estar el motor ubicado sobre el cuerpo central.
Con menos ruido y con más espacio, la experiencia de vuelo será más cómoda.
El demostrador
Para probar de una forma tangible cómo será el modelo Airbus Maveric en tamaño real, el equipo que lo ha desarrollado, en Toulouse, compuesto por 10 ingenieros, ha creado una maqueta a escala. Se trata de una versión reducida, de dos metros de largo por tres de ancho, dos y medio en metros cúbicos, que se dirige por control remoto, como un dron.
El vídeo prueba su éxito, así como la satisfacción de sus responsables. Adrien Berard, colíder del proyecto, asegura en el comunicado que muchos no creían que fuera a funcionar: “Pensaban que era un pasatiempo o que, en cualquier caso, no aportaría mucho a la compañía. Hemos demostrado que estaban equivocados”. Asimismo, informan de que no hay fecha todavía para su uso comercial.
Otras referencias para tener en cuenta
Lo que nos puede dar pistas son los modelos más parecidos, puesto que Maveric, siendo una apuesta tan disruptiva como importante para los próximos años en la aviación, no es la primera en llevar a la práctica el concepto de “ala integrada”. De hecho, este concepto como tal nació hace 100 años.
Los otros dos ejemplos más representativos en estos momentos son los que dirigen la NASA y Boeing, por un lado, y KLM, por otro. En el primer caso, el modelo X-48B podría estar funcionando en 2022 para operaciones militares, mientras que su utilización comercial esperaría a 2030, como poco. Por su parte, KLM considera que los aviones de “ala integrada” tardarán aún un par de décadas en llegar. Quizá hasta 2040.
¿Tendrán, entonces, los aviones esta forma que ahora impacta tanto? Voluntad por parte de los fabricantes no falta, ni tampoco motivos para buscar alternativas más sostenibles y económicas.
Ilustración de la cabecera: Gonzalo Chávarri. Imágenes: Airbus.