Un equipo de científicos trata de llevar la conexión WiFi bajo el agua, donde las ondas de radiofrecuencia se transmiten con dificultad.
El aire es el medio idóneo para que viajen las ondas de radiofrecuencia, pero no ocurre lo mismo en el agua. En un medio submarino este tipo de ondas encuentran una gran dificultad para desplazarse y para transmitir información a un punto. De ahí que para lograr una conexión inalámbrica se necesite una nueva tecnología. Allá donde el WiFi no funciona, un equipo de científicos ha creado una nueva tecnología, el Aqua-Fi.
Este logro viene de la King Abdullah University of Science and Technology (KAUST), en Arabia Saudí. El Aqua-Fi consiste en una forma de transmisión de datos que permite enviar información a través del agua. Los científicos ya consiguieron mandar vídeo en alta definición en un medio acuático en 2018. Ahora han perfeccionado su sistema.
El sistema funciona mediante transmisión de datos por luz. Si un submarinista se encuentra buceando con su smartphone, convenientemente protegido por una carcasa aislante, y hace fotos o vídeos, puede subirlos a Internet. Todo este proceso implica que estas imágenes pasan de forma inalámbrica, en forma de ondas de radio, a un dispositivo montado en el equipo del submarinista. Es menos de un metro de distancia, así que la transmisión sí es exitosa.
A partir de ahí las imágenes se descomponen en pulsos de luz ultrarrápidos, cada uno de los cuales representante de un 0 o un 1. Estos pulsos se emiten a la superficie, a un barco, mediante luz LED o láser, dependiendo de la profundidad. Hasta 10 metros es viable el uso de la tecnología LED, más allá se emplea el láser.
En el barco, el receptor de los pulsos lumínicos vuelve a componer la información en forma de imágenes. Y gracias a una conexión por satélite, transmite estas imágenes a la Red.
Los retos de las profundidades
El uso de la luz para enviar información no es nuevo. De hecho, el LiFi existe ya en forma de productos comerciales. Pero su empleo para hacerlo dentro de una masa de agua sí está más inexplorado. De ahí que los investigadores necesiten trabajar más en su sistema para pulir ciertas eventualidades.
Y es que enviar información mediante ondas lumínicas a través del agua tiene complicaciones. Por un lado hay que atender al fenómeno de la dispersión, que puede desviar las ondas. Pero también hay que tener en cuenta que en mar abierto, incluso en un pantano, el agua se mueve. Este movimiento del medio por el que se transmite la información, dificulta también la llegada de los datos.
