Cibercondría: qué es y cuáles son sus riesgos

¿Con qué frecuencia buscas en Internet sobre temas de salud? ¿Poco o, sin saberlo, ya sufres de cibercondría?

Cuando las búsquedas se incrementan de manera excesiva y no estamos seguros del carácter científico de las fuentes, comienza el problema. Te ayudamos a entender este fenómeno, sus riesgos y claves para evitarlo.

¿Qué es la cibercondría y con qué se relaciona?

La cibercondría (cyberchondria) describe los efectos perjudiciales de la búsqueda excesiva en la web de información asociada a la salud.

El término se deriva etimológicamente de las palabras ciber (relativo a lo digital) e hipocondría (preocupación constante y obsesiva por la salud). Los usos iniciales de la palabra se remontan al año 1999 en fuentes periodísticas digitales. Se relaciona con:

  • Mayor tendencia a presentar ansiedad.
  • No tolerar la incertidumbre.
  • Síntomas obsesivo-compulsivos, no solo por el estado personal de la salud, sino también de familiares o conocidos.

¿Cuándo es cibercondría y no solo una búsqueda más?

Aunque es un fenómeno reciente y poco estudiado, se conoce que la búsqueda excesiva que caracteriza a esta afectación se relaciona con cuatro riesgos:

1. Saturación de información

Si estamos en un cuadro de hipocondría digital sentimos que la cantidad de información buscada nunca es suficiente. Como resultado se genera frustración y ansiedad, es decir, síntomas físicos reales.

2. Pérdida de tiempo valioso

Mientras peor se siente un cibercondríaco, más tiempo le dedica a seguir buscando. Si la cibercondría se combina con otros rasgos, como la adicción a Internet, las implicaciones negativas incluyen restar tiempo a nuestras actividades personales, ocio o descanso, estudio y trabajo.

3. Consumo de contenido no confiable o fuentes no adecuadas

Otro signo característico es que depositamos más confianza en el contenido encontrado en Internet, que en las opiniones de profesionales de la salud.

Según estudios realizados por la agencia de seguros española Aegon, el  43% de los españoles buscan información en Internet para autodiagnósticarse. Esto es un riesgo, más aún, si el contenido consultado no es de calidad o no es generado por fuentes médicas confiables.

4. Sensaciones negativas que empeoran la cibercondría

Por otro lado, hay que diferenciar entre realizar búsquedas para informarnos o hacerlo de manera compulsiva y sin límite. Sean ocasionales o repetitivas, la búsqueda de información sobre temas médicos nos debe dejar una sensación de tranquilidad y seguridad.

Un resultado contrario es quedar aún más abrumados, lo cual nos puede empujar hacia:

  • Retroalimentar el comportamiento de búsqueda excesiva de información.
  • Sentir más ansiedad asociada a la condición de salud.
  • Incrementar el uso problemático de Internet, las obsesiones y los trastornos de control.

5 claves para detectar la hipocondría digital

A raíz de la pandemia de Covid-19, no solo se incrementó la gestión remota de la salud eHealth, también el uso del “Dr Google”. Mientras que, en 2011 solo el 38% de los españoles buscaba información en la web sobre salud, en 2021 lo hacía el 69% de la población.

Ya hemos visto que aprovechar las plataformas digitales no es en sí un problema, sino su uso obsesivo. Algunas claves que te ayudarán a sospechar de una situación de cibercondría son:

  • Realizar las búsquedas sobre información de salud se vuelve una actividad que consume horas y horas del día. Luego de esto, la sensación de la persona es sentirse abrumada, más ansiosa o atemorizada.
  • Temor constante de tener una enfermedad grave o quizá varias, razón por lo cual se busca información de manera compulsiva.
  • Aumento en indicadores vitales como el ritmo cardíaco, la sudoración o ritmo respiratorio, asociados a la ansiedad.
  • Desconfianza de las opiniones médicas profesionales, ya que se supone que la información en Internet está más actualizada o es más exacta.
  • Exagerar problemas de salud menores, dado que se sacan conclusiones erradas en función de los contenidos consultados.

5 claves para evitar esta situación

  • Identifica por qué sientes la necesidad de buscar información sobre tu estado de salud.
  • Elige un profesional de la salud que te genere confianza y conversa sobre tus dudas o preocupaciones.
  • Contrasta la información médica, ya que es preferible cotejar, asesorarse con varios especialistas y obtener diversas opiniones.
  • Limita tiempo y cantidad de información médica consultada. Por ejemplo, dedica un tiempo específico para la búsqueda o céntrate solo en fuentes certificadas.
  • Modifica el enfoque obsesivo en el uso de Internet por uno más positivo. Consulta a tus médicos y aprovecha las ventajas de las plataformas digitales para complementar con fuentes fiables.

En una sociedad conectada no es de extrañar nuestra preferencia por usar Internet para realizar consultas, tener citas médicas en línea o comprar productos relacionados con la salud. No obstante, debemos mantenernos alerta. Cuando la necesidad de estar informados se transforma en una conducta compulsiva, podemos estar generando un cuadro de cibercondría.

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