Pantallas gigantescas, cascos de realidad virtual y proyecciones de 360 grados. Gracias a la tecnología es posible conocer la historia o aprender sobre arte de una manera espectacular que gustará a propios y extraños. Las exposiciones inmersivas son cada vez más frecuentes, dentro y fuera de los museos. Una herramienta que mezcla espectáculo con divulgación con el fin de entretener al tiempo que enseña algo al público.
Los museos de historia y de arte no pueden vivir ajenos a los cambios que se producen en la sociedad. En especial, los que tienen que ver con los hábitos de consumo y de tiempo libre. Si ya estamos habituados a disfrutar del cine en casa con pantallas de grandes dimensiones, por qué no utilizar estas mejoras audiovisuales en el disfrute de obras de arte como pinturas, esculturas o restos históricos que, posiblemente, nunca veamos porque están a kilómetros de distancia.
En un artículo anterior, vimos algunos ejemplos de cómo museos de todo el mundo realizan visitas visuales para que veamos sus colecciones desde la pantalla del ordenador, smartphone o televisor o mediante cascos o gafas de realidad virtual. El siguiente paso es usar esas mismas tecnologías para que el público vaya de nuevo al museo y se introduzca literalmente en la obra de arte gracias a las exposiciones inmersivas. O en un periodo histórico mediante recreaciones digitales. Veamos varios ejemplos.
Visitar el antiguo Egipto en una experiencia inmersiva
Con el nombre de Tutankamon, la experiencia inmersiva, nos encontramos con una de las propuestas más recientes que unen tecnología y divulgación. Creada con la colaboración de Madrid Artes Digitales (MAD), el periodista y divulgador Nacho Ares y AMC Networks, propietaria de Canal Historia, esta exposición nos traslada al Egipto de los faraones con Tutankamon como reclamo.
Esta exposición inmersiva cuenta con una pantalla de 1.000 metros cuadrados, cascos de realidad virtual y proyecciones de 360 grados. La experiencia estuvo este verano en Madrid y tuvo más de 300.000 visitantes. Entre septiembre y diciembre, se puede visitar en Barcelona, en el Centre d’Arts Digitals (IDEAL). Y en los próximos meses viajará por El Cairo, Viena, Hamburgo, Stuttgart, Munich, Shanghai, Tel Aviv y París.
Las Meninas de Velázquez a través de los cinco sentidos
Las Meninas de Diego Velázquez es uno de los cuadros más famosos de la historia del arte y ha inspirado innumerables obras con similar repercusión. Desde hace años puede visitarse en el Museo del Prado, en Madrid. Y sin salir de esta ciudad, también podemos experimentar ese cuadro de una manera inmersiva. Gracias al Velázquez Tech Museum. Allí encontrarás varias salas con decenas de proyectos que permiten ver en 360º la obra de Velázquez y al propio pintor interpretado por un actor al que veremos virtualmente.
La exposición inmersiva cuenta también con la ya tradicional audioguía, una recreación de la sala del Alcázar, donde se pintó el cuadro, esculturas proyectadas con video mapping, música de la época, hologramas y otros recursos audiovisuales para explorar y experimentar en primera persona.
El surrealismo de Dalí en movimiento
Salvador Dalí es otro gran componente del arte. Sus obras son admiradas en todo el mundo. Y gracias a las exposiciones inmersivas, podemos vivir sus cuadros más allá de verlos en fotografías o en museos. La exposición Dalí: Cybernetics se pudo ver en Londres y Barcelona. Y con ver nos referimos a video mapping y realidad virtual. Las pinturas más icónicas de Dalí cobrando vida ante los ojos de los visitantes gracias a los hologramas y las instalaciones interactivas.
En esta ocasión, la exposición, además de servir para divulgar la obra del pintor, sirve de excusa para tratar otros temas tan actuales como los universos paralelos, la física cuántica, la cuarta dimensión, la secuenciación del ADN o la inteligencia artificial. Temas tratados a través de cascos de realidad virtual, pantallas táctiles e instalaciones en constante movimiento que se pueden ver y recorrer libremente.
Mundos desaparecidos que vuelven a la vida
Aunque los museos más visitados de París tienen que ver con el arte, como toda gran ciudad europea, también cuenta con un Museo de Historia Natural. Museo que ya juega con las tecnologías inmersivas en forma de exposiciones divulgativas como Mundos desaparecidos. Mondes disparus en francés. Esta exposición, disponible a partir de octubre de este año, devuelve a la vida a dinosaurios del Cretácico, inmortalizados por el cine y que siempre llaman la atención de pequeños y grandes. Y también animales y plantas de otras eras más antiguas todavía. Todo ello en el popular Jardin des Plantes. Al aire libre.
El Museo de Historial Natural de París también ofrece varias experiencias inmersivas en sus instalaciones. Una en forma de visita al Ártico y viaje a través del tiempo. Una manera de ver en primera persona cómo el ser humano ha logrado llegar a los lugares más recónditos del planeta. Y otra sobre animales extintos que verás revivir gracias a gafas de realidad virtual.