La esperanza de la industria del aceite de oliva ha llegado a Jaén, al sur de España, la smart farming. La tecnología inteligente está demostrando que puede ser positiva frente a la variabilidad climática que azota la región andaluza. Pero, ¿de qué se trata esta innovación? Te lo explicamos a continuación.
La smart farming es una realidad
La agricultura ha sido parte fundamental del desarrollo de las civilizaciones. En un mundo donde el calentamiento global es la regla, la tecnología aplicada al agro y sus derivados brinda entornos sustentables y no contaminantes.
Es más, de eso se trata la smart farming, de concentrar la tecnología y el análisis de datos para aumentar la eficiencia y la productividad. Esto reduce paralelamente los residuos y el impacto medioambiental.
Asimismo, se encuentran elementos que ayudan a optimizar el desarrollo de los cultivos, minimizar el consumo de recursos y adaptarse a los cambios del clima, como:
- Sensores.
- Cartografía GPS.
- Drones de precisión.
- Entre otros elementos.
La tecnología fotovoltaica es parte de la smart farming
La actividad agraria sostenible tiene en la energía fotovoltaica un aliado. La smart farming se potencia aprovechando la energía solar a través de paneles denominados fotovoltaicos.
Estos paneles empezaron a usarse inicialmente en la carrera espacial. En 2011 el científico Christophe Dupraz, de origen francés, demostró que los sistemas fotovoltaicos podían beneficiar una misma superficie de tierra en dos sentidos:
- Obtener de forma sostenible energía solar.
- Optimizar la producción en zonas ganaderas y de cultivo.
Los beneficios de la agrovoltaica
Los paneles solares bifaciales, aprovechan ambas caras de los sistemas aéreos para aprovechar no sólo la luz solar directa, sino también aclimatar el cultivo y el suelo.
A continuación, un listado de virtudes de esta tecnología smart farming:
- Optimiza el uso del terreno en dos fases: para la agricultura y la electricidad.
- Se reduce la emisión de gases contaminantes.
- Minimiza el impacto ambiental y protege la biodiversidad.
- Los paneles protegen los cultivos al reducir la evaporación. Conservan la humedad y reducen el consumo hídrico del riego.
- El uso combinado del terreno aumenta su potencialidad hasta un 186 % según el Instituto Fraunhofer.
- La energía agrovoltaica combate la dependencia y el consumo energético tradicional.
La energía agrovoltaica en España
España recibe una de las mayores irradiaciones solares de Europa. Si antes el microclima del cultivo de la oliva era uniforme, en los últimos lustros ha destacado por su inestabilidad.
Pero, pese al panorama económico deficitario, un puñado de empresas ha venido apostando al sistema agrovoltaico. Solo en 2023, la utilización de paneles bifaciales ha aumentado en un 28 %, al sumar 5.594 nuevos MW al parque de generación español.
Ahora bien, Extremadura ha contado con la dicha de recibir las lluvias en los últimos meses. Al contrario, en Andalucía la sequía sigue reinando. Sin embargo, ¿qué ha pasado en Jaén y sus 2.430 km2 de sembradíos de oliva? ¿Podrán recuperar la cosecha?
La oliva de Jaén
Científicos provenientes de la Universidad de Jaén (España) y Roma La Sapienza (Italia) han unido esfuerzos para apostar todo a la smart farming y recuperar la producción del preciado fruto.
El resultado de meses de experimentación en los cultivos se ha publicado hace días en la revista Applied Energy. La clave para evaluar la eficacia de los sistemas agrovoltaicos es la relación equivalente de tierra (LER). Por lo tanto, dicha medida contrasta el rendimiento conjunto de los cultivos y los paneles solares con lo que cada uno produciría individualmente en el mismo terreno.
Entre los hallazgos destaca lo siguiente:
- Se examinó el rendimiento de tres olivares con tecnología fotovoltaica bifacial en el sur de España.
- Se obtuvo un LER positivo en todas las configuraciones.
- El valor máximo alcanzado fue del 71 % en ciertas configuraciones de altura e inclinación de los paneles.
- Cuando se excede un umbral específico de altura, la distancia entre las copas de los árboles y los módulos fotovoltaicos facilita el paso de la luz entre ellos.
- Este fenómeno conduce a un aumento en la producción de aceitunas.
Es por ello que, bajo ciertas condiciones de altura e inclinación de los módulos fotovoltaicos bifaciales, la coexistencia entre el crecimiento de las plantas de olivo y la generación de electricidad resulta altamente rentable.
El sistema fotovoltaico: más que una promesa
Los avances de la smart farming son rápidos cuando hay voluntad por parte del Estado, los agricultores y la academia. Los estudios realizados en Jaén demuestran que la coexistencia entre la tecnología y el agro es posible. Lo valioso del uso dual del suelo sostenible es que abre el camino para inmediatas experimentaciones en otras regiones del España. Se avizora, en fin, una economía verde en una coyuntura climática donde se nos exige más conciencia por el planeta.
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