Una pequeña ciudad en la Luna, el primer ascensor espacial o coches pilotados automáticamente sin necesidad de conductor. Estas son algunos de los avances tecnológicos que investigadores de todo el mundo se atreven a poner encima de la mesa para dentro de 30 años. ¿Ciencia ficción? Es difícil saberlo. Lo que sí es más que probable es que un poco antes, en el año 2020, la tecnología estará cada vez más presente en la vida de las personas y cambiará aun más el modo en el que nos comunicamos, pensamos, nos informamos…vivimos.
Según pronostica Telefónica I+D, en 2020 se alcanzarán los 7.675 millones de personas, un 11% más que en 2010, de los cuales, 6.000 millones serán usuarios de móviles, lo que supondrá casi un 80% de la población mundial, y 50.000MM de dispositivos estarán conectados a La Red. Con esta penetración, Internet y movilidad convergerán en cualquier momento, en cualquier lugar, para cualquier persona y en cualquier dispositivo.
Vidas conectadas
Estas previsiones provocarán aún más un cambio irreversible en la sociedad y en las personas que la componen. Nuestras vidas estarán cada vez más conectadas al mundo virtual, desdibujándose casi por completo las barreras entre el mundo físico y el digital. Así, un smartphone convencional tendrá la capacidad de procesamiento de un ordenador de 10GHz y una capacidad de almacenamiento de 1Tbyte. Además, y aunque ahora nos pueda parecer una locura, una persona de clase media dispondrá de unos 10 dispositivos conectados a la red y prácticamente todas las televisiones tendrán conexión a Internet.
Con este escenario de futuro, no cabe duda de que las relaciones sociales y profesionales se modificarán. Pero lo que puede parecer ciencia ficción llegará antes de lo que pensamos. La misma velocidad de evolución de las tecnologías y su rápida adopción por los usuarios traerán de la mano una realidad que ya a día de hoy podemos vislumbrar en nuestro día a día.