Mujer viendo el móvil en la playa

10 consejos para proteger tu privacidad este verano (sin ser un experto)

Llega el verano. Sinónimo de descanso, desconexión y aventura. Pero también puede convertirse en una temporada peligrosa para tu privacidad digital si no tomas ciertas precauciones. Viajar, conectarte a redes Wi-Fi públicas, instalar nuevas apps o compartir fotos desde destinos exóticos puede poner en riesgo tu información sin que te des cuenta. 

Por suerte, proteger tu privacidad no requiere de grandes conocimientos técnicos. Con unos simples hábitos y un poco de atención, puedes mantener tu vida digital segura mientras disfrutas del sol y la playa. 

Tu seguridad digital también viaja contigo

Viajar implica salir de la rutina… y también de tu zona de seguridad digital. Durante las vacaciones, es habitual exponerse a riesgos sin darse cuenta: redes inseguras, contraseñas débiles, apps poco confiables o dispositivos ajenos. En esta guía te compartimos 10 recomendaciones prácticas para proteger tu información y navegar con tranquilidad, estés donde estés.  

1. Contraseñas fuertes: tu primera defensa, incluso de vacaciones 

Las contraseñas siguen siendo la primera línea de defensa para casi todo en Internet. Sin embargo, muchas personas siguen usando combinaciones simples o reutilizadas por comodidad. En verano, cuando usas redes y dispositivos que no son tuyos o viajas con menos control sobre tu entorno digital, esto se vuelve aún más peligroso. Una contraseña débil puede abrirle la puerta a cualquiera que la intercepte en una red pública o la adivine a partir de filtraciones antiguas. 

Lo ideal es que uses contraseñas largas, únicas para cada servicio, y difíciles de adivinar. Sé que piensas que esto es muy complicado, ya que no puedes recordar una contraseña diferente para cada servicio. Y utilizar “contraseñas plantilla”, en donde sustituyes el nombre del producto, servicio o sitio web y mantienes otra parte fija con números, como la fecha de tu aniversario o nacimiento, no es una buena opción. Mucho mejor usar un gestor de contraseñas seguro como Bitwarden, 1Password, KeePass… entre otras muchas soluciones. Estos almacenan y generan las claves por ti. Así evitas errores comunes como repetir contraseñas entre cuentas importantes, lo que podría desencadenar un efecto dominó si una de ellas es comprometida. 

2. Activa el doble factor antes de salir de casa 

Una contraseña compleja y diferente para cada servicio, es esencial, pero no suficiente. Si alguien logra conseguirla (ya sea por un descuido, un ataque o una filtración) aún podría acceder a tu cuenta. Aquí es donde entra la verificación en dos pasos o autenticación de doble factor (ampliamente conocido como 2FA), una segunda barrera de seguridad que puede salvarte de muchos sustos. 

Antes de salir de viaje, asegúrate de que tus cuentas más importantes (servicios de correo, redes sociales, banca…) tengan activado este sistema de autenticación. Lo más recomendable es usar aplicaciones como Google Authenticator, Microsoft Authenticator y similares, que generan códigos temporales en tu móvil (los conocidos TOPT). Estos códigos no dependen de la conexión a internet, son generados mediante una semilla y son más seguros que los mensajes SMS, que pueden ser interceptados o replicados por medio de ataques como SIM swapping

3. Wi-Fi públicas: convenientes, pero peligrosas 

Aunque hoy en día es bastante habitual tener varios gigas de datos móviles, también es tentador conectarse a cualquier red Wi-Fi gratuita cuando estás fuera, especialmente en aeropuertos, hoteles o cafeterías. Pero muchas de estas redes son inseguras, y en ocasiones, pueden ser falsas, creadas por atacantes para capturar tus datos mientras navegas. Lo que parece una red inocente puede estar monitoreando todo lo que haces. 

Si necesitas conectarte, evita acceder a sitios que manejen datos sensibles como el banco. Siempre que sea posible, usa una VPN (red privada virtual) de confianza, que cifra la conexión y oculta el tráfico a terceros. Esto añade una capa de protección incluso en redes abiertas. Y cuando no estés navegando, desactiva la opción de conexión automática a redes Wi-Fi para evitar que tu dispositivo se conecte solo sin que te des cuenta, evitando de esta manera ataques como el conocido Evil Twin

4. Navegación privada para mantener tus huellas a raya 

Cada página que visitas, cada clic que haces y cada búsqueda que realizas deja un rastro digital. Cuando compartes dispositivos con amigos o familiares, o usas ordenadores públicos en hoteles, conviene minimizar esos rastros lo máximo posible. 

Para mantener la privacidad, se recomienda utilizar navegadores como Firefox o Brave, que bloquean rastreadores por defecto y ofrecen opciones para borrar tu historial automáticamente. Si usas un equipo que no es tuyo, activa siempre el modo incógnito o privado para evitar que se almacene información sobre tus sesiones. Y si quieres ir un paso más allá, instala extensiones como uBlock Origin o Privacy Badger, que bloquean anuncios intrusivos y scripts no deseados incluso en tu propio móvil. 

5. Ojo con las apps que descargas “por el viaje” 

Durante el verano solemos instalar muchas apps nuevas: traductores, conversores de divisas, mapas offline, guías turísticas… Algunas son útiles, pero otras pueden representar un riesgo para tus datos. No todas las aplicaciones respetan tu privacidad: muchas solicitan permisos innecesarios o incluso maliciosos para acceder a tu ubicación, micrófono o lista de contactos. 

Antes de instalar cualquier app, verifica que venga de una fuente oficial y observa qué permisos solicita. Por ejemplo, si una app de linterna quiere acceder a tus llamadas o tu galería de fotos, desconfía. Y cuando regreses del viaje, haz una limpieza: elimina todas aquellas aplicaciones que ya no necesites para reducir tu exposición digital. 

6. Evita “conveniencias” como iniciar sesión con Google o Facebook 

Al registrarte en una nueva app o web, es muy fácil caer en la tentación de usar tu cuenta de Google, Facebook o Apple para evitar crear un usuario desde cero. Aunque cómodo, este método implica que estás permitiendo una conexión entre servicios y facilitando la creación de un perfil más completo sobre ti, a menudo sin darte cuenta. 

Siempre que sea posible, opta por crear una cuenta con un email y contraseña independientes. Esto no solo mejora tu privacidad, sino que también te da mayor control sobre qué servicios están conectados entre sí. Si ya has usado estas opciones antes, aprovecha este verano para entrar en la configuración de tu cuenta de Google, Apple, o Facebook y revisar qué aplicaciones tienen acceso y a que información. Revoca aquellas que no recuerdes o no uses

7. Protege tus fotos… y lo que muestran 

El verano es la época reina para compartir fotos: playas, cenas, paisajes exóticos… Pero una imagen puede revelar más de lo que muestra. Desde tu ubicación exacta hasta información personal que aparece al fondo de la imagen, cada publicación puede suponer un riesgo si no la revisas bien. 

Antes de compartir una foto, asegúrate de desactivar la geolocalización desde la configuración de tu cámara. Así evitaras que esta información se quede en los metadatos del archivo. Aplicaciones como WhatsApp ya envían una versión limpia de metadatos a los contactos, pero estos se quedarán en sus servidores. Por lo que si puedes evitar la inclusión de esta información en los metadatos antes del envío mejor. 

Y, muy importante, considera publicar tus fotos cierto tiempo después, no en tiempo real, para no revelar cuándo estás fuera de casa. 

8. Revisa permisos de ubicación 

Muchas apps acceden constantemente a tu ubicación sin necesidad real. Esto no solo afecta tu privacidad, sino también tu batería. En verano, cuando te mueves más, esta información puede usarse para perfilar tus hábitos o, en el peor de los casos, para fines maliciosos. 

Tómate unos minutos para revisar los permisos desde la configuración de tu móvil. Configura la ubicación como “solo cuando la app esté en uso” y desactívala completamente en apps que no deberían necesitarla. Es un ajuste rápido que puede marcar una gran diferencia. 

9. Cierra sesión en dispositivos que no son tuyos 

Durante las vacaciones es habitual conectarse desde televisores del hotel, el móvil de un amigo o incluso un dispositivo alquilado. El problema viene cuando olvidamos cerrar sesión después de usar estos equipos, dejando abiertas nuestras cuentas de correo, redes sociales, plataformas de streaming… a quien use ese dispositivo después. 

Para evitar sorpresas desagradables, asegúrate siempre de cerrar la sesión al terminar, especialmente en servicios sensibles. Y si dudas si lo hiciste, muchas plataformas como Google, Facebook o Netflix permiten ver los dispositivos conectados y cerrar sesiones de forma remota desde la configuración. Un simple clic puede evitar que alguien acceda a tu información privada sin querer… o queriendo. 

10. Mantén tus dispositivos y apps al día 

Es tentador posponer actualizaciones del móvil o del sistema mientras estás de viaje, especialmente si dependes de la batería o de una conexión limitada. Sin embargo, muchas actualizaciones contienen parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades críticas que pueden ser aprovechadas por atacantes. 

Antes de salir de viaje, dedica unos minutos a actualizar tu sistema operativo, tus navegadores, aplicaciones bancarias y cualquier otra app importante. También es buena idea activar las actualizaciones automáticas si no lo has hecho ya. Y, por supuesto, contar con una copia de seguridad completa. Estar al día con tus dispositivos es una de las formas más sencillas y efectivas de mantener tu privacidad protegida. 

El verano puede ser un tiempo para relajarse, pero tu seguridad y privacidad no deberían tomarse un descanso. Con unos pocos ajustes, puedes disfrutar de la temporada con la tranquilidad de que tus datos están bien protegidos (al menos un poquito mejor :)). Y lo mejor es que no necesitas ser un experto: solo necesitas tener ganas y unos minutos de atención. 

Disfruta del verano y… ¡happy hacking

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