Una de las claves para el avance de la supercomputación en los próximos años parece estar en mejorar su eficiencia energética. IBM podría haber hallado el truco reciclando una vieja idea.
Cuando se construyó el Leibniz Supercomputing Centre en 1962, pocos imaginaban que además de albergar algunas de las computadoras más potentes del mundo, el instituto de investigación, situado en Alemania, iba a ser pionero en la construcción de otras herramientas auxiliares informáticas, como en el caso del sistema de refrigeración.
Y es que la mayor parte de ordenadores a día de hoy se enfrían utilizando aire, un tradicional sistema que está alcanzando sus límites debido a los enormes costes energéticos que supone. Si a esto le unimos el desarrollo, cada vez mayor, de potentes supercomputadores en todo el mundo, la incógnita de la ecuación está clara: necesitamos innovar la forma en la que refrigeramos nuestros ordenadores.
Por este motivo, el primer paso lo ha dado IBM, que ha desempolvado su viejo sistema de refrigeración basado en agua, e ideado en la década de los sesenta. Esta tecnología, sin embargo, fue abandonada en 1995, debido a que requería de arquitecturas muy complejas, y a la llegada de los procesadores CMOS, mucho más eficientes. Casi veinte años después, volvemos a echar la vista atrás para enfriar los supercomputadores.
La primera prueba de fuego: un supercomputador refrigerado con agua
Tal y como contaba Antonio Orbe, experto en sistemas de IBM España, a la Agencia SINC en esta entrevista, «llevar agua al corazón de los de los equipos puede resultar chocante, pero está demostrando ser tremendamente eficaz como sistema de refrigeración alternativo».
Y es que gracias a esta nueva-vieja idea de IBM, se puede lograr reducir la huella de carbono y el gasto energético de estos supercomputadores. Por este motivo se están realizando pruebas en el SuperMUC, el superordenador alemán situado en la sexta posición en el TOP 500 de supercomputadores a nivel mundial.
El sistema de IBM convierte a SuperMUC en el primer supercomputador refrigerado con agua. Una proeza de ingeniería inspirada en los organismos vivos, ya que la arquitectura de la refrigeración se asemeja al sistema de circulación humana. En comparación, se logra aumentar la eficiencia un 40% respecto a las formas tradicionales de enfriamiento con aire.
Todas las novedades de este potente ordenador fueron presentadas durante la International Supercomputing Conference en Hamburgo, donde se dieron a conocer los avances que puede ofrecer el primer supercomputador refrigerado con agua, que trabaja en proyectos tan importantes como el Human Brain Project.
El primer supercomputador refrigerado con agua ha sido construido con los servidores iDataplex Direct Water Cooled dX360 M4 de IBM, y presenta una potencia de 3 petaflops. Como explicaban en SINC, tiene 18.000 procesadores Xeon de Intel, 155.000 núcleos y 320 terabytes de memoria principal. En otras palabras, su trabajo es similar al funcionamiento de 110.000 ordenadores simultáneamente.
Esa potencia de cálculo necesita irremediablemente de una forma eficiente de gastar la menor energía posible. Por este motivo, la idea de construir el primer supercomputador refrigerado con agua por parte de IBM, permitirá grandes avances en la informática en los próximos años.
Imágenes | Samsung Tomorrow (Flickr), Wikipedia
