El auge de las aplicaciones móviles en medicina conlleva indudables beneficios para nuestra salud. Sin embargo, ¿cómo podemos evitar problemas relacionados con la protección de nuestra privacidad?
La llegada de las nuevas aplicaciones y dispositivos móviles como smartphones y tablets están revolucionando nuestro día a día. También en el área de la salud, donde cada día encontramos nuevas apps interesantes, como la aplicación para cirugía que podría hacerse imprescindible en los quirófanos, como os contamos hace unos días en Think Big.
Y es que gracias a las nuevas aplicaciones móviles en medicina, podemos llevar un control estricto de nuestra diabetes, seguir la salud de nuestros más pequeños o evaluar nuestro ritmo cardíaco. Un ecosistema enorme de apps que nos permite contar con una ayuda complementaria (nunca sustitutiva) de los consejos y recomendaciones de los profesionales sanitarios.
En enero de 2013 se consideraba que existían más de 7.000 aplicaciones móviles en medicina. Su crecimiento exponencial, junto con la gran demanda de los nuevos dispositivos, hace que el sector de la mHealth no haya dejado de crecer en los últimos tiempos.
mHealth: ¿beneficiosa para nuestra salud o perjudicial para la privacidad?
El gran auge de las aplicaciones móviles en medicina supondrá un mercado económico importante. De acuerdo a los datos de Research2Guidance, en 2017 se alcanzarán los 26.000 millones de negocio en este tipo de apps. Y es que en dicho año se supone que más de la mitad de usuarios utilizarán este tipo de aplicaciones móviles en medicina en sus smartphones y tablets.
Sin embargo, a pesar de los indudables beneficios de las TIC en el cuidado de nuestra salud, no debemos olvidarnos de que algunas de estas apps pueden ir dirigidas con fines fraudulentos y no médicos. Por este motivo, se necesita un estricto control por parte de las agencias internacionales y nacionales de medicamentos, tales como la FDA, la AEMPS o la EMEA.
Uno de los factores críticos que deben ser vigilados ha de ser el de la protección de nuestra privacidad. Y es que, en algunos casos, el uso de estas aplicaciones móviles en medicina puede suponer la cesión de datos privados o confidenciales a terceros sin nuestro consentimiento, bordeando la ilegalidad.
Por este motivo, es importante que se realice un fuerte seguimiento de estas apps por parte de las administraciones públicas. Sólo así podremos disfrutar de los grandes beneficios de estas aplicaciones móviles en medicina, sin que ello suponga un riesgo para nuestra salud o privacidad.
Imágenes | Andreas Schaefer (Flickr), Cheon Fong Liew (Flickr)