El sensor es capaz de convertir cualquier objeto de nuestro entorno en un objeto inteligente capaz de procesar y transmitir información útil para el usuario a través del smartphone
El Internet de las cosas –IoT, sus siglas en inglés– trata de digitalizar las relaciones entre las personas y los objetos, incluso entre los propios objetos entre sí, con el fin de relacionarse a través de la Red y obtener datos precisos en tiempo real de todo lo que acontece a nuestro alrededor. Aunque la idea es bastante simple, a priori, su aplicación práctica no lo es tanto. Pero sensores domésticos como Spotter, son un paso más en este camino hacia la digitalización progresiva del mundo físico, con el fin de estar al tanto de todo lo que ocurre en nuestro entorno doméstico en tiempo real y desde cualquier lugar.
Conectar elementos inertes del mundo real a través de la Red requiere dotar todos aquellos objetos de nuestra vida cotidiana con sensores y etiquetas de radio, para ser identificados y gestionados con el objetivo de obtener datos precisos de utilidad para el usuario. Esto es posible gracias al sistema RFID –siglas en inglés de Radio Rrequency IDentification– de identificación por radiofrecuencia. Basta con integrar un microchip en cualquier objeto del hogar, del trabajo o incluso de la propia ciudad para transformarlo en un objeto inteligente capaz de procesar, monitorizar y transmitir información útil de forma permanente y desde cada sensor instalado.
Spotter, el sensor multiusos portable y su aplicación para móviles desarrollada por Denny Fong, es la materialización del concepto del Internet de la Cosas aplicado al ámbito doméstico. Este dispositivo inteligente de control y monitorización ofrece un sinfín de posibilidades para mantener bajo control el funcionamiento de la vivienda y las tareas domésticas desde nuestro smartphone. Desde monitorizar de forma inalámbrica los movimientos de la casa, el nivel de la iluminación de cada estancia o el sonido de la televisión y la radio, hasta controlar la temperatura y la humedad del sistema de climatización, desde la pantalla de nuestro dispositivo móvil.
Este sensor inteligente multifunción tiene unas dimensiones de 76 mm de diámetro y 25 mm de espesor, lo que lo convierte en un dispositivo perfectamente compatible con cualquier objeto de nuestro entorno que queramos monitorizar. Esta fabricado en plástico, incorporando en su interior un microchip, una antena WiFi de conexión inalámbrica, unos indicadores LED y dos pilas AA de alimentación. La aplicación Wink app, que procesa y registra los datos enviados vía Wi-Fi por el sensor multifunción, está disponible en la Apple Store para iOS6 y iPhone 4 y también para móviles/tabletas Android con OS 2.2 y versiones superiores.
De la misma forma que a una persona le puede cambiar la vida cuando interactúa a través de Internet, si todas las cosas y objetos de nuestro entorno se pudiesen conectar entre sí y estos, a su vez, pudieran interactuar con nosotros, entonces sería nuestro entorno quien se transforma.
Imágenes | vía Quirky
