Los fabricantes de pantallas y de smartphones están lanzados a una carrera para aumentar la resolución de los terminales, pero no sólo eso, también exploran la viabilidad de los paneles flexibles.
En los eventos internacionales dedicados a la electrónica de consumo, tradicionalmente uno de los productos más vistosos son las pantallas. Habitualmente se trata de los televisores, cuyos fabricantes muestran las últimas novedades en calidad de imagen, las mejoras en tecnologías como el 3D y, por qué no, el aumento del tamaño. Sin embargo, cada vez tienen más impacto los smartphones en este tipo de ferias y sus pantallas están empezando a recabar protagonismo igualmente. La alta resolución es una de las características que persiguen, pero también se están buscando las pantallas flexibles.
Uno de los fabricantes que lidera la innovación en el terreno de las pantallas es Samsung, que por su papel destacado como productor de smartphones se encuentra en una posición ventajosa para experimentar. Y precisamente esto es lo que está haciendo con los paneles, un campo en el que el resto parecen por el momento condenados a seguirle los pasos.
Si nos fijamos en la hoja de ruta de Samsung para las pantallas, podemos prever cuál es el camino que recorrerán en los próximos años los smartphones. Respecto a la resolución, la firma coreana reseña que en 2011 los terminales móviles alcanzaron la tecnología HD, mientras que el Full HD no se ha implantado mayoritariamente en la gama alta hasta este 2013.
A partir de aquí, ¿qué es lo que toca? Según Samsung el próximo año llegarán las pantallas con resolución 2560×1440 píxeles. Para el advenimiento del 4K aún tendremos que esperar un año más, cuando podremos ver smartphones con imágenes a 3840×2160. Esto se prevé para 2015 y la diferencia con los paneles actuales es significativa: la densidad de píxeles por pulgada en una pantalla de 5 pulgadas será el doble que la de hoy en día.
Flexionando las pantallas
La otra gran transformación de las pantallas de los smartphones tiene que ver con su flexibilidad. Este año nos ha dejado algunos ejemplos de dispositivos que ya no son totalmente rígidos. Tampoco se puede decir que se puedan doblar, pero los paneles tienen una forma curva y cuentan con una cierta elasticidad. Hablamos del Samsung Galaxy Round y el LG G FLex, modelos cuya propuesta replicarán otros fabricantes a lo largo del próximo año.
Sobre este tema, la hoja de ruta de Samsung establece que en 2015 existan comercialmente algunos modelos con verdaderas pantallas flexibles, esto es, con capacidad plena para doblarse, lo que no sólo atañe al panel sino al resto de componentes del dispositivo. Para el año 2016 la firma coreana cree que se dará una implantación masiva de este tipo de terminales, aunque para ello tienen que acompañar los fabricantes y, sobre todo, los consumidores.