Y los de Chema Martínez menos. Uno de los deportistas españoles más destacados, comenzó en el mundo del atletismo profesional con 20 años. En su palmarés hay dos medallas obtenidas en 10.000 metros en los Campeonatos Europeos de 2002 (oro) y 2006 (plata), celebrados en Múnich y Gotemburgo respectivamente, además de otros muchos títulos en diferentes carreras. Hoy nos cuenta su experiencia en una «carrera» muy especial.
Ya se acabaron los Juegos Olímpicos(JJOO) de Londres 2012 , parece que fue ayer cuando en una dura pugna junto a otras ciudades entre las que se encontraba Madrid se decidió que era Londres la afortunada, al menos yo lo recuerdo con nostalgia ya que me hubiera encantado haber vivido unos JJOO en mi ciudad, creo que no hay nada mas grande.
Y se apagó, también, el pebetero de las denominadas Paraolimpiadas, unos JJOO en los que los protagonistas son DEPORTISTAS que padecen algún tipo de discapacidad. Estos juegos se celebran una vez concluidos los JJOO y se llevan a cabo en la misma ciudad. Es cierto que no tienen la misma repercusión, pero en ellas se encuentran deportistas que llevan preparando este evento con las mismas ganas, la misma dedicación, el mismo esfuerzo, la misma disciplina. En realidad, nada cambia, todos quieren triunfar y conseguir los preciados metales: por ellos, por su gente, por su bandera, por su país… Nuestros deportistas son una referencia a nivel mundial, son muchos, muy buenos y, además, han ganado 42 medallas en Londres 2012.
He tenido la gran suerte de compartir concentraciones en Sierra Nevada, en el Centro de Alto Rendimiento , con deportistas que padecen algún tipo de discapacidad. Son deportistas en toda regla que entrenan, descansan, vuelven a entrenar, comen, se hidratan, van al Fisio …todo como lo hago yo. ¿Acaso nos diferencia algo?, ¿tiene que limitarte el tener una discapacidad? Lo cierto es que no, basta compartir una jornada con estos deportistas para darte cuenta de la grandeza que atesoran, incluso en alguna sesión hemos llegado a compartir entrenamientos en pista. Un buen amigo, Santi Sanz , me pedió que le hiciera de liebre, resultaba extraño al principio, pero una vez superadas mis primeras dudas conseguimos hacer un gran entrenamiento. Curiosamente nuestras marcas eran parecidas en la prueba de 5.000 metros, yo tengo 13’11» y, por aquel entonces, él tenía peor marca que yo. Ahora no lo cojo ni en moto, ¡ha rebajado todos mis registros!
Santiago Sanz y otros atletas
De esa experiencia he aprendido que en esta vida uno nunca debe rendirse, hay veces que la propia vida te juega una mala pasada, pero nunca ha de perderse la fe. Hay que soñar, hay que tener metas a las que llegar, objetivos que cumplir. Relacionado con esto, me siento especialmente feliz por participar y colaborar con la Fundación Telefónica a través de Proniño. Un proyecto que trata de erradicar el trabajo infantil y ayudar a unos niños a los que la vida les ha jugado una mala pasada, dándoles una esperanza e ilusión para que puedan llegar hasta donde ellos sueñen.
No hay barreras, no hay discapacidades, no existen limites, se puede llegar a conseguir todo, solo hay que creer en los sueños y perseverar hasta que se hagan realidad.
Foto de portada Galería de Tecnópolis Argentina