Un ingeniero sirio ha construido un robot que se controla a distancia, destinado a recoger en su país a los heridos por disparos de francotiradores.
El drama de la guerra civil en Siria tiene muchas caras. Ahmad Haidar ha conocido algunas de ellas puesto que permaneció en el país hasta septiembre de 2012. Entre todas las experiencias vividas una le marcó de una forma especial. En el mes de julio de 2012 Haidar vio cómo un joven recibió un disparo de un francotirador del ejército sirio en una calle de Alepo. Cayó herido, la bala le había acertado en una pierna. No era un golpe de suerte, el atacante lo había hecho a propósito para convertirlo en un señuelo humano.
La gente que presenció el atentado ya conocía esta práctica de los francotiradores, que dejan incapacitada a una primera víctima para atraer a otras personas y dispararles también a ellas. En medio de la impotencia los que estaban allí trataron de lanzar cuerdas y varas de metal para que el herido se arrastrara y se pusiera a cubierto. Ante estos esfuerzos el francotirador volvió a disparar a la víctima, esta vez en el cuello y de forma letal.
Este intento de ayuda frustrado inspiró a Haidar para buscar una solución a los heridos por disparos de francotirador. Pensó que si podía construir un robot con control remoto, las personas no tendrían que exponerse al salir al descubierto para ayudar a alguien. Después de actuar durante varios meses como hacker para los rebeldes sirios, Haidar huyó a Turquía y a partir de ese momento comenzó su proyecto.
El robot de Haidar para salvar vidas en Siria consiste en un vehículo con ruedas de oruga que cuenta con una especie de pinzas capaces de levantar a una persona. La máquina está preparada para llegar hasta la víctima, recogerla e introducirla en una cavidad blindada, dentro del vehículo, para transportarla de manera segura.
Los brazos robóticos de Tena, como se llama la máquina, ya están construidos. Constituyen la parte más difícil de crear técnicamente hablando, pero queda otra necesidad: un vehículo blindado que pueda transportar al herido sano y salvo. El ejército rebelde le ofreció un modelo, pero Haidar lo ha rechazado, pues a cambio le pedían que diseñara armas para ellos.
Por el momento Tena no verá la luz, su creador está buscando financiación para su proyecto mediante varios canales, incluidas las organizaciones que ayudan en Siria o el crowdfunding a través de su web. No se trata de una idea descabellada, de hecho hay otros proyectos que han pensado utilizar la robótica en situaciones de rescate.
