Una compañía china ha construido 10 casas en un sólo día gracias a la impresión 3D y planean levantar un pueblo entero con esta tecnología.
La creciente influencia de la impresión 3D en la construcción está dando lugar a historias asombrosas y que arrojan esperanza sobre los problemas de habitabilidad que existen en el mundo. El trabajo de la compañía WinSun Decoration Design Engineering es una demostración más de que se pueden fabricar casas «low cost» de forma rápida y masiva. Para demostrar la validez de su tecnología, la empresa construyó en un solo día diez viviendas, cada una de las ellas con un coste menor de 5.000 dólares.
Una gigantesca impresora 3D creó las casas por partes, que después fueron ensambladas por trabajadores, utilizando una mezcla de hormigón basada en materiales reciclados. El sistema ha despertado el interés de Tomson Group, un gigante inmobiliario de Hong Kong poseedor de una de las propiedades más caras de China, el Tomson Riviera, que se ha acercado a WinSun con el objetivo de levantar un pueblo entero de esta forma.
Han pasado varios años hasta que WinSun ha configurado su tecnología para fabricar casas low cost sirviéndose de la impresión 3D. Las patentes acumuladas, sobre todo en lo referente a los materiales que usan las impresoras 3D, y múltiples experimentos han permitido a la compañía dar con el sistema adecuado. Las dimensiones sobrecogen, la máquina tiene 150 metros de largo por 10 metros de ancho y otros 6 metros de profundidad.
A pesar del tamaño la máquina no fabrica por sí sola las casas enteras, como hacen habitualmente las impresoras 3D con los objetos que producen. En este caso el producto que sale de este gigante industrial son las diferentes partes de una vivienda, listas para transportar y ensamblar. Este método hace que sea imprescindible la intervención de personas para armar las construcciones.
Sin embargo, la impresión 3D de las partes en lugar del todo también puede ser una ventaja a la hora de distribuir el producto. WinSun podría centralizar la producción en una sola planta y cubrir una región entera transportando fácilmente las piezas impresas en 3D. Otra de las cuestiones logísticas a abordar son los materiales que utiliza la impresora 3D. La masa de hormigón es una mezcla de cemento concentrado y residuos reciclados procedentes de la construcción y del sector industrial.
Con el objetivo de generar una mayor cantidad de este material, WinSun tiene previsto abrir 100 plantas de reciclaje en China. Todo apunta a que la compañía se está preparando para una fuerte expansión de sus operaciones. En cuanto a las viviendas, en las fotos se puede ver su sencillez, pero su carácter modular permite armarlas en más de una altura. Mediante software se puede adaptar el diseño de las piezas para modificar o añadir tanto ventanas como tuberías.
El impacto de la impresión 3D en la construcción
Son varias las empresas que han investigado el uso de las impresoras 3D para construir casas. El trabajo de Contour Crafting lleva años en marcha y se ha visto recompensado con una tecnología capaz de levantar casas de 2.500 metros cuadrados en menos de un día. La maquinaria de la compañía puede operar en alturas, con ayuda de grandes soportes que alzan la máquina cuanto se necesite.
Las impresoras 3D de Contour Crafting se sirven de un cemento modificado y la compañía fue creada con el fin de dar una solución a los problemas de habitabilidad que existen por todo el mundo. Su trabajo les ha valido el apoyo de la NASA, que ha mostrado interés en su tecnología para construir hipotéticos módulos lunares.
Otra aproximación es la de KamerMaker, que han levantado en Ámsterdam una casa impresa en 3D. Sus máquinas utilizan plástico y en este caso también utilizan un método modular, produciendo por separado cada una de las estancias de la vivienda, que después son ensambladas. Independientemente del sistema empleado lo que está claro es que empieza a formarse un caldo propicio para el impulso de la impresión 3D en la construcción.
Imágenes: 3ders.org