Enfocada a mejorar la forma en la que se gestionan los datos y las informaciones en el ámbito de la salud y la medicina, con la idea de hacer que el acceso a información relevante sea mucho más rápida y efectiva, además de poder compartirla a nivel universal. ¿Qué podría conseguirse con la e-health? Una mejora en infinidad de aspectos.
Los doctores tendrían acceso a información inmediata para mejorar tanto diagnósticos como el seguimiento de ciertas enfermedades, mientras que los pacientes interesados podrían consultar datos actualizados (tanto de su propia enfermedad como de cualquier otra que quisiesen conocer) desde sus teléfonos. La comunicación y la transmisión de datos dentro de un mismo centro o entre varios y con proveedores también se verían beneficiadas.
Una prueba de la importancia que está tomando la e-health es la aparición de asociaciones como la European Health Telematics Association (Ehtel), fundada en 1999, que intenta ser un punto de encuentro para todas aquellas corporaciones, instituciones o individuos dedicados a la mejora de la salud.
Se trata de una plataforma multidisciplinar que colabora con profesionales de esta área, farmacéuticos y hasta pacientes, siempre enfocada a potenciar la e-health. Su misión es servir de puente entre todos estos actores, de modo que su estrecha colaboración mejore el panorama de este tipo de tecnologías.
En un futuro, desplazarnos hasta nuestro centro de salud para realizarnos un chequeo será totalmente innecesario, porque existirán las teleconsultas y la teleasistencia, y nuestro médico podrá atendernos desde su puesto de trabajo sin que nosotros nos movamos casa. Aunque se estén haciendo avances en ese sentido, a corto plazo seguiremos yendo a la consulta del doctor.
Una rama: la m-health
Las subdivisiones dentro de la e-health son numerosas, pero vamos a fijarnos en una de ellas: la m-health, también conocida como health mobile que, en castellano, significa «salud móvil». Se basa en la utilización de dispositivos móviles como apoyo en el mundo de la medicina. Smartphones o tablets son nuestros aliados en las facetas más rutinarias de nuestras vidas. Aplicar todas sus posibilidades en ámbitos tan concretos como este es un paso lógico.
La m-health gira entorno a la gestión y recopilación de datos para que profesionales y pacientes tengan acceso a la información médica de forma efectiva, inmediata y en cualquier lugar, valiéndose de lo que todos llevamos en el bolsillo: un teléfono inteligente.
El futuro
Evidentemente, aún es pronto para que la e-health sea una realidad extendida por todo el mundo, aunque los primeros pasos que se están dando son prometedores. En un futuro, lo que ahora son ejercicios de imaginación podrán convertirse en realidad.
Los problemas a los que se enfrenta la implantación de la e-health de forma satisfactoria son muchos y variados. Uno de los más importantes es la dificultad para que los profesionales del sector adopten estas nuevas tecnologías en su día a día. Pero este es un problema coyuntural. La tecnología se extiende imparable cada día, paso a paso, y cada vez se venden más dispositivos móviles. La penetración de los terminales aumenta en todo el mundo cada mes que pasa. Las posibilidades de que, finalmente, la e-health encuentre su hueco son muchas, pero eso sucederá en el futuro, cuando el uso de las tecnologías de la información y la comunicación se asienten total y efectivamente en la sociedad.
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