La participación en una aceleradora de negocios internacional requiere de unos requisitos muy concretos en las startups: capacidad de escuchar, tener la mente abierta y estar dispuesto a replantearse todo y a cambiar.
Tras la fase de incubación, para muchas startups el proceso de aceleración forma parte de su desarrollo. La duda es si elegir una nacional o una internacional. Pero antes hay que plantearse otros asuntos como por ejemplo, ¿es ahora el mejor momento?
Para Carlos Blanco, fundador de Grupo ITnet, una incubadora especializada en ocio digital y uno de los business angels de Internet más activos (ha invertido en más de 25 startups), el momento propicio para que una startup acuda a una aceleradora de negocios internacional es cuando ésta ya ha validado su modelo de negocio en su país, tiene tracción, está facturando y ha obtenido una primera ronda de financiación y, por supuesto, quiera internacionalizarse.
«Creo que lo ideal es pasar primero por una aceleradora local como Conector y luego acceder a una internacional como TechStars, Ycombinator o 500 Startups«, sugiere Blanco.
Este paso se lo saltó el equipo de Signaturit, una startup que ha desarrollado una innovadora solución de firma electrónica para el móvil. Salieron de Incubio, incubadora especializada en Big Data que los acogió en sus primeros meses de vida, y se fueron directamente a la aceleradora internacional Startupbootcamp, galardonada con el The Europa’s Tech Award como la mejor aceleradora europea. Y es que en Signaturit tenían muy claro que el futuro para su herramienta de firma electrónica para el móvil pasaba por desembarcar en mercados internacionales.
Sí, me quiero internacionalizar
Sin duda la principal ventaja de participar en una incubadora internacional es la gran red de contactos globales. Este tipo de organismos ofrece una red de contactos mucho más grande que la que se puede tener en el propio país. «Hoy los negocios son globales y las startups por definición tienen que ser globales. Es imposible sobrevivir y crecer limitándose a un área geográfica por lo que tener acceso a contactos en muchos países es una ventaja enorme para las startups. También aporta nuevos modelos de negocio, más de apertura del modelo de negocio porque quedándote en tu propio país no ves el mercado lo suficientemente amplio», comenta Ángel García, managing director de Startupbootcamp Internet of Things (IoT) & Data.
Pese a que España cuenta con muy buen nivel, las aceleradoras internacionales plantean dos ventajas fundamentales. «Por un lado, brindan una gran oportunidad para la internacionalización porque garantizan la entrada en el mercado que las acoge de mano de expertos locales en el desarrollo de negocios de base tecnológica. Y por otro lado, permiten consolidar al equipo, al compartir con el resto de sus integrantes la experiencia de dejar tu lugar de residencia y tu zona de confort», indica Juan Zamora, CEO de Signaturit.
Salir de la zona de confort es mucho más relevante de lo que parece. Además de estar dispuestos a dejar su ciudad durante unos meses y viajar, también se pide que los emprendedores cumplan unos requisitos muy específicos, siendo el más importante de ellos tener apertura mental. Es decir, mejor que se abstengan los cabezotas, inmovilistas y cortos de miras.
«Un entorno internacional ayuda a abrirse de miras y pensar en un mercado mayor, dejar de pensar siempre en clave local», comenta Oriol Tort, CEO y cofundador de Counterest, una startup que ha desarrollado un Google Analytics para contar personas y que también fue seleccionada por Startupbootcamp para el área de Smart Transportation & Energy localizada en Berlín.
Y es que en una aceleradora, uno de los aspectos que más se trabaja es en el desafío del modelo de negocio, en revisarlo todo por completo. Incluso el producto en el que todo emprendedor cree pasional y ciegamente.
¿Estás dispuesto a escuchar? ¿Y a cambiar?
«Las aceleradoras dedicamos mucho esfuerzo, muchos recursos y muchas reuniones con numerosos profesionales a intentar entender cuál es el mejor modelo de negocio, la mejor forma de aproximación al mercado, cuál es el mejor de modelo de ingresos para cada startup«, explica Ángel García, que remarca la importancia de que los emprendedores que decidan incorporarse a una aceleradora internacional tengan gran capacidad de escuchar y de aprender, y también una mente abierta para recibir y asimilar toda la información y todo el feedback. ¿Para qué? Para intentar redefinir o construir su modelo de negocio de acuerdo a la experiencia de las aportaciones que reciban durante el proceso de aceleración. Esto es algo fundamental porque en este proceso no solo se trabaja el producto y el negocio sino también a las personas, al equipo, para que mejoren sus skills o capacidades. «Por eso es muy importante contar con un equipo con capacidad de escuchar, aprender y trabajar duro durante los meses que dura la aceleración. Aquellos emprendedores que no tienen la capacidad de escuchar y de aprender no son los mejores para participar en un proceso de aceleración», comenta el managing director IoT & Data Startupbootcamp.
En esta misma línea se manifiesta cofundador de Counterest, al referirse a los principales requisitos a aplicar. «Es importante contar con una idea bien trabajada y que pueda ser bien validada, pero hay que tener muchas ganas de evolucionar y estar abierto a cambios. Algunos proyectos se quedan fuera por estar poco abiertos al feedback«.
El proceso en una aceleradora internacional como Startupbootcamp consta de tres meses (en otras, son nueve meses) en las que los emprendedores se desplazan, en función de la temática, a la ciudad donde la aceleradora esté establecida. Por ejemplo para IoT & Data, Startupbootcamp de abrir en Barcelona y ya han tenido 250 aplicaciones de las cuales el 85% son de fuera de España.
Y, siguiendo con este ejemplo, las startups pasan por tres fases: en la primera fase se revisa la idea de negocio que traen los emprendedores e incluso el propio producto. Puede ser muy duro e incluso casi doloroso cuestionarse aquello en lo que se cree de una manera tan pasional. Por eso es fundamental estar dispuestos a recibir un feedback honesto. En el segundo mes se trabaja muy duro para avanzar el producto. Y el tercer mes se orienta a la preparación del Demo Day, que es día en que las startups se presentan ante los inversores y tienen que exhibir todo su poderío para atraer su atención e interés inversor.
No hay trucos mágicos
Como principales recomendaciones para empresas que quieran participar en este tipo de procesos, García enumera: que tengan claro que es un negocio global, que reúnan un equipo realmente complementario, que trabajen bien la proposición de valor de la compañía y la documentación que van a tener que compartir con la aceleradora. Los procesos de selección son muy minuciosos. Cuando Signaturit fue seleccionada para el campus de Ámsterdam habían aplicado 700 startups de todo el mundo y ellos fueron una de las 15 elegidas.
Para Carlos Blanco, CEO de Grupo ITnet y business angel, las aceleradoras internacionales están indicadas para startups muy innovadoras o que tienen un mercado clave en otro país y que ya han demostrado que son exitosas en el mercado local. En cuanto a las recomendaciones, Blanco incide en el idioma: “Aunque parezca obvio los emprendedores han de dominar el inglés a la perfección para hacer presentaciones excelentes a nivel internacional». También recomienda hacer introspección: analizar si su startup está preparada para ello y es el momento ideal. «Antes de ir a un nivel internacional se tiene que haber probado el modelo de negocio y haber visto que funciona y tiene tracción».
Para Zamora es clave tener claros los objetivos de la empresa y en qué fase de desarrollo se encuentran. «También hay que tener una disposición a sacar el máximo partido de la experiencia porque sin la actitud adecuada puede resultar hasta contraproducente». No nos olvidemos que en muchos casos estas startups ya están funcionando como empresas con clientes para sus productos o servicios. Este fue el caso de Counterest: «Contábamos con varios clientes y fue un reto estar en Berlín sin descuidar lo que ya teníamos en España. Pero con organización todo se puede hacer», explica Oriol Tort, quien recomienda a quienes quieran aplicar a un proceso de incubación internacional pedir referencias a empresas que hayan participado, organizarse para poder estar todos los miembros del equipo y sacar el máximo partido. «Y, sobre todo, buscar alojamiento con antelación», apunta.
Y el paso por una aceleradora internacional provoca cambios, tanto de mentalidad en los equipos como en la forma en la que enfocan el proyecto y la ejecución. «También hemos mejorado nuestras aptitudes para presentar en público la compañía ante distintas audiencias, nos ha dado acceso a una amplia red de mentores y nos ha enseñado cómo operan y nos ha puesto en contacto con numerosos inversores», comenta Zamora.
¿Y después?
La participación en un proceso de este tipo lleva a un siguiente paso que es básicamente seguir trabajando: aplicar todo lo aprendido y seguir adelante con el proyecto. «Estar en una aceleradora de nivel también ayuda mucho a preparar la siguiente ronda de inversión», indica Oriol Tort.
En el caso de estas dos startups tras su paso por la aceleradora internacional resultaron seleccionadas en dos procesos nacionales: BStartup 10 de Banco Sabadell y BBVA Open Talent. «El paso por la aceleradora nos ayudó a tener un pitch mejor preparado», señala el CEO de Counterest, que ganó el Digital Life del BBVA Open Talent. Para Zamora haber sido seleccionados por una aceleradora internacional ha supuesto un sello de confianza que ya forma parte de sus credenciales, que les ha abierto puertas tanto en materia de reconocimiento de marca como de generación de negocio y acceso a inversión. La aceleración recibida también les ha permitido consolidar su equipos, sumar a su cartera los primeros clientes internaciones repartidos en más de 40 países, y contar con unas bases sólidas desde las que crecer. Y al entrar en el programa BStartup 10 de Banco Sabadell consiguieron 100.000 euros de inversión.
Pero no hay que dormirse en los laureles contemplando los éxitos obtenidos. Estos han de servir de aliciente para seguir trabajando. «La siguiente etapa sigue siendo no dejar de trabajar, además de seguir conectado con las personas con quienes has trabajado durante el proceso. Es básico seguir estando en formaciones, eventos,… y continuar avanzado y trabajando muchísimo en el proyecto», indica el business angel.
Además, el lazo no se rompe: las aceleradoras se mantienen implicadas porque en estos procesos se convierten en socios de las startups y continúan alineados, pendientes de hacerlas crecer en su negocio. Negocio con el que todos ganan.
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