Científicos diseñan algoritmos matemáticos para predecir los cambios en los precios del petróleo, lo que reduciría la incertidumbre económica internacional.
El desplome de los precios del petróleo desde 2014 ha provocado una auténtica convulsión en la economía a nivel internacional. El coste del barril en torno a los 40 dólares ha provocado un importante impacto también en las empresas cotizadas, que Bloomberg estimó en 7.400 millones de dólares. Y es que desde hace dos años, el también conocido como «oro negro» ha visto cómo se reducía su precio hasta caer en un 70%, según El Confidencial.
En el futuro, lo ideal sería contar con modelos que simularan las fluctuaciones del coste del barril de petróleo. Solo así podríamos anticiparnos ante inesperados cambios que puedan tener consecuencias imprevistas sobre la economía. En ese sentido, un trabajo de la Gulf University for Science and Technology y de la Plymouth University puede ayudar a mejorar esas predicciones. Los investigadores de estas instituciones académicas desarrollaron unos sistemas combinados de estadística compleja y algoritmos para estimar el precio del crudo desde enero de 1986 hasta enero de 2012.
Gracias a matemáticas avanzadas, los científicos vieron que el programa diseñado era capaz de estimar los costes del petróleo en los años subsiguientes con bastante acierto. Sus algoritmos eran más eficaces que otras redes neuronales artificiales y que el sistema ARIMA, por lo que en el futuro podría emplearse para analizar las fluctuaciones en los precios del barril de oro negro.
Según el Dr. Ahmed El-Masry, profesor asociado de gestión financiera de la Plymouth University, «el coste del petróleo afecta a personas de todo el mundo, vivan en países importadores o exportadores de crudo. Y las fluctuaciones recientes han provocado una gran incertidumbre económica, que solo continuará si el consumo y la demanda aumentan. En el caso de que los políticos y economistas contaran con una herramienta que pudiera predecir de forma exacta los costes del futuro, les permitiría planificar mejor al mismo tiempo que los consumidores podrían tener una idea acerca del impacto de la subida o bajada de los precios».
Estos sistemas artificiales, basados en matemáticas, han sido empleados también para predecir parámetros tan curiosos y diferentes como las tasas de evaporación de los lagos en Turquía o los precios de intercambio. Su modelo de funcionamiento recuerda mucho al de un organismo vivo, ya que el algoritmo se basa en una estructura en árbol que aprende y se adapta en función del tamaño, la forma o la composición. También se beneficia de un simple «genoma» para mantener y transmitir la información genética en un fenotipo complejo que explora el ambiente y se adapta a él. Un diseño que podría servir en el futuro para reducir la incertidumbre económica al predecir de manera eficaz las fluctuaciones del oro negro.
Imágenes | Eric Kounce (Wikimedia), – Agência Brasil (Wikimedia)