Capaces de registrar todo lo que queramos activándolas a través del parpadeo. Así es la nueva patente de Sony que, aunque lejana, promete un interesante futuro.
En los últimos años, o más bien meses, hemos podido ver una consecución de avances inimaginables en el campo de las lentes de contacto. Mejorar la visión, reducir la miopía o hacer más cómoda la vida de personas con estas patologías ya no son los únicos intereses para este pequeño artilugio.
Un joven Leonardo da Vinci ya perfiló lo que serían los inicios de las lentillas, pero no sería hasta 1948 con Kevin Tuohy cuando nacen las primeras lentes oficiales. En su versión rígida, pero similares a las que se usan hoy en día. Un par de años después llegarían las lentes blandas, y de ahí hasta nuestros días. En sucesivos progresos hemos podido encontrar lentillas con autoenfoque, algunas especiales para la visión nocturna o aquellas que incluyen las bondades de las pantallas LCD con el objetivo de mejorar la recepción de imágenes.
Ahora, todo esto podría quedar en simple anécdota por la nueva patente registrada de Sony. Es cierto que de momento solo se trata del registro oficial de una idea, pero lo revolucionario de la cuestión reside en las intenciones de la empresa tecnológica de aquí a unos años. Hace unos días, la marca patentaba lentes de contacto inteligentes capaces de grabar todo lo que vemos.
Parece una locura sacada de una película de ciencia ficción o de alguno de los capítulos de Black Mirror, pero es toda una realidad. No está demasiado claro cómo funcionarán sus futuras pequeñas lentes grabadoras; quizá no quieran explicarlo o ni ellos mismos lo tengan claro. Pero lo que sí es seguro que se asemejan bastante a los objetivos de las cámaras fotográficas.
Las pequeñas lentes tendrán la capacidad de «saber» cuándo se parpadea de forma deliberada, es decir, para humedecer el ojo de forma natural, o cuándo será un parpadeo voluntario que tenga el objetivo de activar o desactivar la cámara. El mecanismo empleado será el del tiempo: un parpadeo normal dura entre 0,2 y 0,4 segundos, por lo que uno superior significaría darle al ON. ¿Y si estamos dormidos? De momento eso queda en el aire.
Utilizando una memoria interna en el dispositivo, todo lo grabado podrá ser reproducido de forma sencilla y prescindiendo de otros elementos adicionales a las supuestas lentillas.
En cualquier caso, para que esto llegue es necesario que se avance en diferentes campos de la tecnología, y que estos sean capaces de converger en este diminuto aparato. En necesario progresar en el tema de los sensores piezoeléctricos, capaces de convertir la energía mecánica de la presión del párpado en energía eléctrica, tecnologías capaces de leer los movimientos del ojo y activar las cámaras o emplear los campos electromagnéticos como conductores.
Los beneficios de este tipo de aparatos son inmensos, así como los peligros. Seremos capaces de registrar cada momento especial de nuestra vida y poder vivirlo continuamente. Las leyes, la justicia, el mundo de los seguros y las fuerzas del orden tendrán un nuevo reto de aquí a unos años. Aunque hay que reconocer que cuestiones como estas dan un poco de miedo y entran en conflicto con el tema de la intimidad.
Imagen: Sony